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—Ya me estoy aburriendo aquí ¿Por cuánto tiempo más debemos esperar a aquel oso vuelva— se quitó los lentes para limpiarlos y ponérselos nuevamente —Necesito volver a mi casa— suspiro con cansancio

—No eres el único que quiere volver, Mariana— lo miro — Pero si, tienes razón, se supone que íbamos a hacer alguna misión, pero miren, estamos aquí sin hacer nada — hizo una mueca —necesito limpiar está cosa— se quitó aquella máscara de calavera de su cara, viéndola

—Siento mucho hacerlos esperar mucho— aquel oso blanco había hecho acto de presencia

—No te preocupes— sonrió aquel joven de característica vestimenta morada —solo queremos saber si tenemos que hacer algo o no— le miro

—Si, joven Vegetta, pero coman algo antes de partir a ello, me imagino que no han comido nada— sonrió para todos— lo que van hacer algo pesado y deben tener energía para eso

—Comida gratis— la alegría en el menor era evidente

El oso se limito a reir discretamente ante la felicidad de aquel chico, mientras caminaba de nuevo a la salida —Vuelvo en un rato— sin más se fue

—Quackity, espera, tienes las agujetas sueltas— llamo el castaño

—Pero yo quiero comer— le miro —Eso puede esperar— sonrió

Pero antes que aquel joven se levantará, un brazo le impidió su cometido, ganándose un bufido de molestía ante ello

—Luzuu— le miro —Te, te odio— hizo un pequeño puchero

—Si, si, ya se que me amas mucho— sonrió, mientras se agachaba a amarrar las agujetas del menor— Listo — se levantó, mirándolo —Ves, no fue tardado

Quackity miro a Luzu, mientras fruncía el seño, fingiendo estar enojado

—Te vas a volver feo si sigues asi— se acerco más al menor, besando su frente— Vamos a tomar algo para comer— sonrió

El menor se limito a sonreírle, para después tomar su mano

—¿Que vamos hacer después de todo esto?— miro a Luzu, mientras miraba que podía comer de aquel lugar

—Podemos ir a dar un paseo o ir a mi casa a ver el atardecer— sugirió, sonriendo

—Lo pensaré— sonrió —¿Quieres un taco?— le miro, ladeando un poco la cabeza, en busca de alguna respuesta

—No, así está bien, no quiero comer mucho— sonrió

—Bueno— Quackity le miro no del todo convencido y se limito a caminar con Luzu de vuelta a dónde estaba antes sentado

Después de un rato todos habían terminado de comer y aunque se les parecía algo raro todo ello, no dijeron nada, puesto a que nunca antes les habían dado comida para alguna misión

Dull EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora