Prosperar en la catástrofe

Capítulo 2. Vuelve con vida.

Luisita bajó la cabeza, sostuvo un trozo de hoja en su mano. Colocó la hoja junto a su nariz y la olió, todavía un aroma fresco salía de ella, es muy diferente al olor podrido de los zombies.

La fragancia fluyó hacia sus pulmones mientras inhalaba y silenciosamente se filtró en cada una de sus células.

La mujer soldado sentada en el frente volvió la cabeza hacia atrás y vio a Luisita colocando una hoja en su rostro. Tenía los ojos cerrados, como si estuviera perdida en sus pensamientos, o tal vez, su cerebro estaba en un estado blanco.

Al mirar su expresión, ella sonrió de buena gana —Oye, eres tan extraña.

—¿Extraña? —Luisita abrió los ojos y la miró.

—Los demás están muertos de miedo y lo único que se les ocurre es huir a la cabina. Sin embargo, ¿todavía recoges las hojas de los árboles?

—Nuestra aeronave se estrelló y todos los datos de la investigación se eliminaron. Esta hoja es el único rendimiento, es una muestra muy valiosa.

La mujer de repente enrojeció —¡No intentes actuar bien conmigo, no tengo el menor interés en una aprendiz de Clase B!

—Parece que, por el bien de ligar con chicos, debería trabajar más duro para elevar mi rango a Clase A.

—Sí, claro, eso no tiene nada que ver con el esfuerzo, se trata de talento —le puso los ojos en blanco a Luisita

—Bien. ¿Por cierto cual es tu nombre?

—¿De qué te sirve saber mi nombre? Tal vez ni siquiera sabrás que soy yo cuando mi nombre esté grabado en un monumento algún día.

Después de que la humanidad se mudó a la ciudad subterránea, "Charles", pasaron casi 50 años estudiando el Virus "Comet". A partir del virus, los investigadores extrajeron con éxito su cadena genética viral más compleja y crearon un nuevo virus llamado "X".

Cuando el Virus X ingresa al cuerpo humano, se fusiona con el gen humano rápidamente, lo que luego aumenta las capacidades físicas de la persona infectada en todos los aspectos.

Estas personas tienen una capacidad de autocuración diez veces más rápida que los humanos comunes y no pierden su propio juicio mental como lo hicieron los zombies.

Sin embargo, esto no es una superpotencia, sino un "sacrificio".

Generalmente, los humanos a los que se les inyecta el Virus X no podrán vivir más de una década. La razón por la que las Fuerzas Especiales tienen capacidades de combate tan poderosas es por este virus.

—Aunque no soy una investigadora de Clase A, tengo buena memoria, ¿Estás segura de que no quieres que recuerde tu nombre? Estaba pensando, tal vez algún día cuando sea vieja y débil con el pelo blanco como el polvo, estaré sentada en el patio bajo la luz del sol artificial, con un gato perezoso acurrucándose en mi regazo. Aunque no haya niños a mi lado, en su lugar le contaré historias a mis gatos. Les describiré, una chica que una vez conocí, explicaré en detalle, sobre su cabello castaño, sus ojos brillantes y su exquisita figura, pero lamentablemente, nunca conocí su nombre.

Luisita se inclinó hacia adelante. Ella sabe que su apariencia no es deslumbrante, pero hay hombres y mujeres que encuentran encantadora su sonrisa, incluso su amigo Sebastián siempre estaba perplejo por su sonrisa desvergonzada cuando se peleaban.

—Marina... —después de decir su propio nombre, la mujer se sonrojó en un intenso rojo.

—Marina, lo recordaré —Luisita le guiñó un ojo.

Marina soltó un bufido y se volvió, entonces se escuchó un anuncio, era la voz de Álvaro.

—Oigan, novatos, lo siento, no podemos enviarlos de regreso a la base de inmediato, porque tenemos una misión que completar.