Extendió su brazo tanteando sobre el buró el aparato que emitía aquel molesto sonido. Cubrió nuevamente su rostro con las sábanas acurrucándose todo lo que le fuera posible en modo fetal para brindarse un poco de calor que perdió cuando saco el brazo.
El ruido de los tacones de su madre que emitía por el pasillo le hizo salir rápidamente de la cama para adentrarse corriendo al cuarto de baño que había en su habitación. Con los nervios a flor de piel encendió la regadera desvistiendose justo cuando la mujer abrió la puerta del cuarto.
— ¿Ya terminaste?— tocó dos veces la puerta pegando el oído sobre la madera para escuchar mejor.
— Ya casi.— aviso con voz temblorosa, pues por el miedo de ser regañado había olvidado esperar hasta que el agua saliera caliente.— En un momento bajo.— mordió sus labios evitando que sus dientes castañearán entre si.
— No olvides tender tu cama.— dió un suave golpe a la puerta antes de salir por completo de la habitación.
Una vez termino su baño exprés se dispuso a medio recoger su habitación, medio acomodó las sábanas de la cama y la ropa que había tirada por el piso la dejo bajo la cama. Se miro a través del espejo arreglando sus cabellos antes de salir de su cuarto.
En la mesa ya estaba listo su desayuno, un par de tostadas con ensalada de atún, huevos duros y un enorme jugo de mandarina. Su padre en la cabecera de la mesa leyendo el periódico mientras bebía de su taza de café.
— ¿Listo para el primer día?— lo miro por encima del papel con una ceja alzada.
— Algo así.— murmuró dando una mordida a la primer tostada.— Estoy acostumbrado.— alzó ambos hombros desinteresadamente.
— Se que es difícil esto.— bajo el periódico prestando atención a su hijo.— Lamento que tengas que cambiar de escuela tan seguido.— mostró una sonrisa a modo de disculpa.
— Descuida, papá.— sacudió sus manos quitando rastro de las moronas de la tostada.— Creo que me gusta.— sonrió tratando de hacer sentir menos culpable a su padre.
— Yoongi es un buen hijo.— Dahyun beso la coronilla del muchacho colocando ambas manos sobre los hombros de esté.— No tienes de que preocuparte.— comento tomando la mano de su esposo dando un suave apretón.
Así era su vida desde que ha tenido memoria, cambiar de residencia cada cierto tiempo gracias al trabajo de su padre. Asistir a la escuela poco más de ocho meses para después volver a buscar otra y esperar otros cuantos meses antes de volver a hacer lo mismo. Si era honesto consigo mismo, ya se había acostumbrado a esa vida. De echo ya era muy normal.
Después de terminar de desayunar junto a sus progenitores corrió escaleras arriba para lavar sus dientes y acomodar su mochila. Bajo corriendo cuando su padre tocó por tercera vez el claxon del vehículo.
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El último deseo [Yoonrosé]
Fanfiction" Y, entonces, aún sabiendo que entre nosotros jamás podría existir algo, no fui capaz de evitar que mi corazón latiera salvajemente dentro de mi pecho cada que miraba tu sonrisa." " No fui capaz de evitar esas molestas mariposas revolotear dentro d...