𝐏𝐫ó𝐥𝐨𝐠𝐨

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En el hospital de Woodsboro, Gale Weathers yacía en reposo en una cama hospitalaria tras sobrevivir a los recientes ataques de un nuevo Ghostface.

A pesar de haber sufrido una única puñalada en su hombro izquierdo, debía permanecer en observación por algunos días. Dewey, su esposo, llegó al hospital acompañado de su hijo Nathan, de seis años de edad.

Después de asegurarse de que su esposa estaba bien, Dewey se retiró para hablar con Jill, dejando a madre e hijo solos.

Gale: ["Dime hijo, ¿te divertiste con tus abuelos?"] Preguntó observando a Nathan sentado en una silla a su derecha con las piernas colgando al ser demasiado pequeño para llegar al suelo.

Nathan: ["Sí. Hicimos galletas con la abuela y el abuelo me contó historias divertidas de cuando era joven. También me dio golosinas sin que la abuela nos viera. Fuimos al parque. Fue genial."] Respondió con una mirada llena de inocencia, ignorante ante todo lo acontecido.

Ante la amenaza de Ghostface, Gale y Dewey decidieron proteger a Nathan enviándolo con sus abuelos paternos, sin revelarle la verdadera razón de esta decisión.

Sus abuelos lo recibieron encantados. Disfrutaban tener a su único nieto cerca. Y si al hacerlo lo mantenían a salvo, no dudarían en cuidar de él el tiempo que sea necesario.

Gale: ["Qué bien. Me alegra oírlo."] Dijo con una suave sonrisa.

Nathan: ["Por cierto mamá, ¿qué te ocurrió en el brazo?"] Preguntó señalando la herida de su madre.

Cuando todo parecía haber llegado a su fin, Dewey se dirigió a la casa de sus padres para recoger a su hijo y llevarlo al hospital donde Gale se encontraba ingresada. Antes de partir, tranquilizó a sus padres asegurándoles que su esposa estaba bien y que ya todo había terminado.

Durante el trayecto, Dewey trató de calmar a Nathan explicándole que Gale simplemente se había lastimado el brazo, nada serio, una explicación que el niño aceptó ingenuamente, ajeno a la profunda y traumática experiencia de sus padres.

Gale: ["Me tropecé, caí y golpeé con un mueble. No te preocupes, estaré bien, no es grave."] Aseguró alzando levemente su brazo herido e intentando disimular el dolor que sentía con tal de no preocuparlo.

Nathan: ["Pero estás en el hospital."] No comprendía lo que su madre decía, pues para él no tenía sentido. ["Si es una herida leve, sólo necesitas una venda adhesiva, cierto? Entonces, ¿por qué estás en el hospital?"]

Su madre dejó escapar una pequeña risa ante la lógica de su hijo, la cual no era errónea. Si se trataba de una herida superficial, no es necesaria la asistencia médica.

Gale: ["Cada vez se vuelve más listo."] Pensó para sí misma antes de estirar su brazo y tomar su mano. ["Lo que dices es cierto. En realidad vine para realizarme unos estudios de sangre y el doctor quiso curar mi herida."]

Este argumento pareció convencer al menor sentado en la silla, pero aún tenía sus dudas.

Nathan: ["Entonces, ¿estás bien?"] Preguntó aún con cierta incertidumbre.

𝐌𝐈𝐍𝐃 𝐎𝐕𝐄𝐑 𝐌𝐀𝐓𝐓𝐄𝐑 || Tara CarpenterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora