El choque.

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Era una tarde soleada de un verano. Kaeya, un infante de tan solo 12 años de edad, se encontraba paseando por
los hermosos paisajes de un pueblo bastante conocido, llamado Mondstadt.

Hace unos años él y su familia emigraron hacia aquel pueblo desde otro muy lejano. Todos sus recuerdos de khaenri'ah estaban en lo más profundo de su mente, son cosas que no deseaba recordar, en especial la muerte de su padre.Era una tarde soleada de un verano. Kaeya, un infante de tan solo 12 años de edad, se encontraba paseando por
los hermosos paisajes de un pueblo bastante conocido, llamado Mondstadt.

Hace unos años él y su familia emigraron hacia aquel pueblo desde otro muy lejano. Todos sus recuerdos de khaenri'ah estaban en lo más profundo de su mente, son cosas que no deseaba recordar, en especial la muerte de su padre.
- ¡Kaeya, ven a casa de una vez, ya se va a poner el sol y sabes que es peligroso! -

Gritó la madre del moreno, llamándolo para que venga a casa. El pueblo era bastante peligroso durante las noches. Suelen haber bastantes borrachos, por lo tanto, es más seguro quedarse en casa.

- ¡Ya voy, ma! -

Gritó el moreno en forma de respuesta a su madre. No quería volver a casa, pero no queria preocuparla.

Tomó con cuidado todas las manzanas que logro recojer toda la tarde, llevándolas apenas en sus brazos. En ese momento se maldijo a sí mismo por no haber traído una bolsa.

En el camino tuvo que pasar por el pueblo, obviamente. De trayecto hacía su casa, llevando todas las manzanas rojas con cuidado en sus brazos y manos, iba perdido en sus pensamientos, imaginando lo feliz que se pondría su madre al ver que trajo frutas para hacer un delicioso pastel. Nunca pensó que el siguiente choque cambiaría literalmente toda su vida.

- ¡Auch! Oh dios ¡Enserió perdón! No fue mi intención... Chocar contigo. -

Se disculpó el moreno. Haciendo una mueca por el dolor que sentía en su cabeza, al parecer se golpeo bastante fuerte. Levantó su mirada para observar con quien había chocado tan repentinamente. Al observar un poco los rojizos cabellos que estaban tapados por una capucha negra, quedó facinado. Nunca había visto un cabello tan hermoso, tan rojo como las manzanas que se cayeron de sus brazos.

- No te preocupes. -

Dijo el pelirrojo, con una voz bastante seria, alzando la mano para ayudar al adverso a levantarse.
Este accedió, tomando su mano, quedándose facinado por la suavidad y calidez que transmitia esta... Totalmente opuesta a la suya.

- ¿Co..cómo te llamas? -

Pregunto el moreno con timidez, sin soltar la blanca mano del contrario, notando la clara diferencia de tonos de piel.

- ¿Mh? Di... -

El pelirrojo iba a terminar su frase, sin embargo, fue interrumpido por un guardia que lo buscaba.
Rápidamente este salio corriendo llevándose una manzana del piso que pertenecia a Kaeya.
Este quedó confundido ¿Le había robado? Frunció el seño. Rápidamente, se acercó el guardia al moreno para preguntarle sobre el que tanto buscaba.

- ¿Ha visto un niño de más o menos su edad con la melena roja? -

Preguntó el guardia enderezando su espalda frente del pequeño, con una expresión fría y sin sentimiento. Kaeya notó que el pelirrojo escondía algo, así que decidió cubrirlo.

- No... perdón, no he visto a nadie así por aquí. -

Contestó el peliazul, mirando al mayor con una cara de inocencia. El guardia no le interrogo más y decidió por buscar en otro lado, dejando al moreno solo junto a las manzanas que cayeron al suelo.

- ¡Kaeya! ¡Por dios, te busqué por todas partes! Cuando te digo que vuelvas a casa, vuelves inmediatamente, ¿Vale? -

Dijo la madre del moreno, abrazándolo por la preocupación, ya que, el ojiazul se había demorado bastante y ella decidió ir a buscarle.

- Perdón, Mamá... No volverá a pasar. ¡Oh! Me paso algo super raro... -

La morena frunció el seño por lo mencionado.

- Pfft... A ti siempre te pasa de todo, ¿No? Cuéntame mientras llegamos a casa y hago una rica tarta con esas manzanas que trajiste, hijito. -

Ambos fueron riendo hacía la casa que tenían, no era muy grande o lujosa, era una bastante ajustada a su dinero pero al menos, vivian felices.

Helloo, ¡Este es el primer capítulo de este fanfic! Esta algo corto porque lo estoy escribiendo literalmente a las 03:28 am y mañana tengo clases... espero les guste, me esforze bastante. (Me muero weon, quedo demasiado corto ahhh). ♡

Un último baile. Kaeluc ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora