°•Sunshine•° Jaywon

Cambio

No había visto a Jay en todo el fin de semana, lo cual era extraño y no es que no tratara de contactarlo, le llamó varias veces, le mandó mensajes, fue a su casa y nada de eso funcionó para ver a Jay.

Al llegar a la escuela toda la gente susurraba a su pasar, vio a Bahiyyih metiendo cosas a su casillero con prisa. Se detuvo a su lado.

- ¿Qué pasa aquí?-

- Todos hablan de Jay- y Jungwon fruncio el ceño- No jodas, ¿no lo has visto?- Jungwon negó- Ya decía yo que no lo haría si tu supieras-

- ¿Puedes decirme de que hablas?-

- Descúbrelo tu, fue al gimnasio- Jungwon empezó a caminar- ¡Y yo no te dije donde está!- Jungwon asintió antes de ir a la derecha.

Los susurros seguían y Jungwon los trataba de ignorar, vio a Jo y su grupo de amigos reír al verlo pasar. Aún no entiende cómo fue amigo de ese idiota por tantos años. Al llegar al gimnasio tomó una profunda respiración para calmarse y entró.

Caminó hasta el centro del lugar y volteó alrededor buscando a Jay con la mirada, vio a alguien sentado en la esquina de las gradas, nadie más, pero esa persona no tenía el cabello rojizo. Pero al poner atención al único otro olor en el lugar supo que era Jay.

Subió las gradas con prisa hasta llegar frente a Jay, le hizo levantar la cabeza y no vio ninguna peca.

- ¿Qué hiciste?- preguntó bastante confundido.

- ¿Aún me quieres?- susurró sin ver a Jungwon.

- Eso no se pregunta, pero quiero saber que pasó- Jay negó- ¿Con que cubriste tus pecas?-

- Nada-

- ¿Es maquillaje?- Jay se levantó y trató de empezar a caminar para alejarse de Jungwon- ¿Puedes hablarme?-

- El cielo es negro Jungwon- el nombrado se quedó quieto- Mi mamá vendrá por mi, así que nos vemos mañana-

Y Jungwon no supo que hacer, el resto del día solo pensaba en lo apagado que se veía Jay ese día sin ninguna de sus pulseras ni el arete de la perforación de su oreja, pensaba en como el brillo en los ojos no se encontraba ahí, su voz había sido tan monótona.

Después de clases tuvo que acompañar a Bahiyyih a su casa por que la omega tenía ochenta cosas que cargar con solo dos manos. Cuando Bahiyyih estaba por cerrar la puerta, se detuvo y salió.

- ¡Hey!- Jungwon se volteó a verla- Pensé que él te lo diría, Jo no lo ha dejado en paz won y llegó a otro nivel, la última semana escondieron su uniforme, lo encerraron en el armario del conserje- este negó.

- No es cierto, Seong me lo hubiera dicho- Bahiyyih solo le dio esa mirada que significaba una sola cosa.–Eres un idiota.–

Jungwon  empezó a caminar hacia la casa de Jay, no lo pensó dos veces antes de tocar el timbre, Jay abrió con un gorro cubriendo su cabeza y solo una pulsera en su muñeca, la pulsera que Jungwon le había regalado. No lo dejó entrar.