Souls |The Walking Dead FanFiction|

Capítulo 1: "Beth"

Capítulo 1: "Beth".

La carretera se encontraba desierta, el silencio que había en aquel lugar me carcomía de los nervios y el miedo. Odiaba el silencio, y lo odiaba mucho. El bosque también se encontraba silencioso y perfectamente podría adentrarme en el. Suspire y deje de caminar mirando hacía todos lados.

- ¿Por que brillas tanto? - escuché a mis espaldas.

Otra alma, fue lo primero que pensé antes de girar a verle el rostro.

Se encontraba parada frente mío, era una chica, y seguramente cuando estaba viva y coleando en este mundo debía de ser muy hermosa. Un toque blanquecino azulado la rodeaba, no se de que color podría ser su pelo pero, al ver que era mucho más claro de lo normal no dudaría que que fuera rubia o castaña, aparte lo llevaba atado en una coleta. De sus ojos tampoco podía decir mucho ya que se encontraban grises y decaídos, como un pozo sin fin. Normalmente a muy pocas almas le podía notar de que color eran sus ojos.

En realidad solamente a las que murieron recientemente podía asegurar de que color eran sus ojos pero a ella no podía descifrar nada, aparte claro, de su color de pelo.

- ¿Sabes?, todos me dicen lo mismo - respondí sonriendo. Sus ojos se abrieron de par en par, sorprendida. Seguramente no se espera que yo la viera y escuchara.

- ¿Puedes verme? - preguntó aun más sorprendida, una sonrisa de felicidad se expandió por su rostro.

Asentí sonriendo. - ¿Quieres pasar al otro lado? - pregunté.

Oh, cierto.

Algunas almas no siempre se quieren quedar "clavadas" por siempre en la Tierra y por esa razón siempre les pregunto si quieren pasar al otro lado. Por lo que me dijo mi abuelo - el cual antes también poseía este don -, el brillo que me rodea es cálido y agradable para el alma, cuando aquella persona quiere pasar hacia el otro lado lo único que tiene que hacer es atravesarme.

Por supuesto, yo nunca supe lo que hay en el otro lado.

- ¿Pasar? - preguntó confundida -. ¿Al otro lado?

Me encogí de hombro. - Irte de aquí - señale el lugar a nuestro alrededor -, tal vez irte con tus familiares o algo - agachó la cabeza cabizbaja -, ¿quieres?

No se cuanto tiempo paso - tampoco es que lo haya contado -, pero luego de un buen rato una mueca apareció en su rostro mientras negaba con la cabeza repetidamente.

- No - dijo firme -, quiero quedarme aquí.

Sonreí. - Esta bien - suspire -, yo no soy nadie para hacerte cambiar de opinión.

Sin más que hacer me aleje de allí rápidamente, tenía un poco de miedo de que aquella chica me siguiera. Se que sonara estúpido ya que nadie la puede ver a excepción de mi, pero, igualmente no me gustaba que las almas me persiguiera creo que ya me basta con que los caminantes quieran un pedazo de mi carne como para estar aguantando a un alma.