One shots [Naruhina]

Alerta peligro: ¡Nos protegeremos!

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Este suceso ocurrió tres meses después de la Gran Cuarta Guerra Shinobi.

En una misión complicada, Naruto se abalanzó hacia el inesperado ataque con propósito de recibir todo el impacto.

Chocó contra una pared que se derrumbó con todo y escombro, deslizándose por una superficie resbaladiza similar a un tobogán.

Ahí, cayó repentinamente dentro de un agujero oscuro boca abajo. Desafortunadamente sintiendo como sus coyunturas amortiguaron todo el golpe.

-- Ahgz... Que dolor... -- se quejó con una mueca.

Pero escuchó un inesperado quejido que captó su atención de inmediato.

-- ¿Hinata? -- abrió lentamente sus ojos -- ¿Qué haces aquí?

Ella tosió levemente por el polvo mientras le dirigía la mirada.

-- Ca-aí al agujero contigo... -- tosio nuevamente -- Me interpuse en primera fila para recibir el ataque, pero... tú te situaste delante de mí.

Naruto realizó una mueca incómoda al no percatarse de eso.

-- Bueno... lo hecho, hecho está.

Se levantó para extenderle la mano con simpática, ella le correspondió el gesto junto a una sonrisa para levantarse, detallando luego donde estaban.

Habían caído dentro de un aguro repleto de polvo y paredes rocosas. Pequeñas antorchas se encontraban sujetas en las paredes que brillaban con luz opaca, y a su frente, un pequeño camino de vigas metálicas de ferrocarril.

Ambos shinobis estudiaron el lugar por un momento intentando escuchar algún sonido. Sin embargo, para Naruto fue imposible. No pudo ver absolutamente nada.

-- Diablos... -- se quejó frustrado -- No puedo ver nada...

-- Tranquilo -- alegó Hinata haciéndolo sorprender -- Por ahora estamos solos.

El Uzumaki no pudo visualizar su rostro pero sospechó.

-- ¿Estás usando el Byakugan?

Ella realizó un sonido de afirmación. Validando sus sospechas.

-- Entiendo...

Al escuchar su respuesta, cerró sus ojos para realizar un sello de manos que ayudó a activar su modo ermitaño. Percibiendo el chakra ambiental al igual que su compañera.

-- Tienes razón -- afirmó ligeramente -- Por ahora, estamos solos.

Hinata lo miró con cierta curiosidad por sus palabras, un cambió había surgido en sus orbes azules que le hizo sentir un leve alivio casi al instante.

Que bueno que Naruto estaba a su lado.

-- ¿Dónde estamos? -- preguntó después preocupada.

-- No lo sé... -- Naruto alegó acercándose más a ella -- Pero estemos atentos... No bajemos la guardía.

No se escuchaba nada.

El lugar estaba prácticamente solo.

Pasarón un minuto y medio sin intercambiar palabras, juntando sus espaldas atentamente mientras intentaban escuchar algún estímulo.

Algo. Pero nada.

Esto era bastante frustrante.

-- Hinata -- alertó Naruto.

-- Ay no...

De pronto dos tipos aparecieron a larga distancia con total tranquilidad en su caminar hacia ellos.