RABIA © |creepypastas y tú|

Capítulo 10 Vuelven a por mí.

Ya han pasado 2 días desde que enterramos el cuerpo, Toby esta muy decepsionado por lo sucedido, los demás al haber sido antes sus amigos, algunos se preocuparon, pero otros decían que era una zorra. Bueno, ahora estoy afuera tomando el aire, cuando se me acerca Jane.

—Hola, ¿Que haces aquí sola?

—Nada, como siempre, me gusta estar de vez en cuando pensando y reflexionando los sucesos que pasan a mi alrededor. ¿Y tú?

—Eso esta bien, yo pues quería conocerte más.

—Bien, pues hablemos.—Empezamos a hablar y ya nos caíamos mejor. Ella me contó que aún siente algo por Jeff, pero no se que decir al respecto. Me preguntó quienes me llamaban la atención de la casa a lo que yo no supe que responder. La verdad nunca me he puesto a pensar en eso, no me he planteado la idea de que me guste alguien. Bueno, eso es cuestión del tiempo, por lo que solo lo decidirá el destino.

—¿Entramos? Esta oscureciendo y tenemos que preparar la cena.—Dijo ella, yo asentí y fuimos adentro. Yo ahora estaba cansada a si que solo les dije que hoy no cocinaría.

—Pues pedimos pizza, y de paso matamos al repartidor. Bueno, matamos no, ¿que tal si lo haces tú tn__? Y ya pues miramos como vas con los entrenamientos que haces con Jeff.—Dijo Pili tan orgullosa.

Bueno no te emociones que solo llevamos un día. Lo de pedir pizza, no es mala idea, pero- ...—Dije pero Jeff me interrumpió.

—Olvídate Pili, ella aún no está preparada para eso, nos faltan días de entrenamiento. Ya, cuando ella descubra sus habilidades, estará preparada, pero de momento no lo está.—Dijo Jeff.

—Jeff tiene razón, aún no puede matar a nadie.—Dijo Hoodie.

—Pues pidamos pizza, pero hay un problema, nadie puede acercarse aquí ya que nadie sabe donde esta esta mansión.—Dijo Gaby.

—Tengo una idea.—Dije y todos me miraron.—¿Por que no vamos a casa de alguno, los matáis, luego pedimos la pizza allí, aparte hoy hace muy buena noche, podemos dar una vuelta. Todos juntos.—Al terminar, todos me miraron asombrados, yo me reí por lo bajo.

—Que grande eres pelirroja.—Dijo Ben a lo que yo me sonrojé.

—Chicos, ¿esas miradas es un si?—Pregunté tímida.

—Claro, vayamos a dar una vuelta.—Dijo Mike.

—Sally no irá.—Dijo Slender saliendo de su laboratorio.—Se quedará conmigo, no quiero que le pase nada malo.

—Vale, no hay problema. Vayámonos entonces.—Dijo Liu.

Todos salimos de la casa juntos. Pili, Gaby, Nina, Jane y yo íbamos delante, mientras que los chicos iban detrás. Estábamos en la ciudad, y se veía con muy poca gente alrededor, este barrio era donde vivía yo antiguamente con mis padres. Aún recuerdo el día, ese día que papa me quería pegar.

Yo solo tenía 4 años, estaba sola y aburrida en casa, por lo que quise salir, mi mama al ver que fui a salir, me mandó a que cogiera aceite del sótano. Yo fui hacia el sótano, y la luz no funcionaba muy bien, ya que parpadeaba, miré por todos los lados y encontré el aceite. Justo cuando lo cogí, se escucharon unos ruidos muy raros, yo asustada miré atrás de mi y vi un monstruo, esos que me perseguían y aún lo hacen, pero no se lo he dicho a los chicos por que no quiero preocuparles, eso es cosa mía y de Mike.

Le di la botella de aceite a mama y me puse el abrigo y las botas y salí al patio de mi casa a jugar, pero me aburría y escuché como los otros niños jugaban en la nieve, le dije a Mike que destrozara la madera para hacerme un paso para llegar a la calle y jugar con ellos. Ya en la calle, estábamos jugando tranquilos cuando uno se me acerca y me pone una bola de nieve en la cara, yo sin poder respirar Mike lo vio y empezó a ahorcar al niño, este me soltó y vino mi papa rápidamente, me sacó de ese lugar y me llevó a casa de nuevo, al llegar me echaba la bronca, me levantó la mano pero vio como Mike se enfadaba, ya que no deja que me hagan daño mi padre enfadado me castigó en mi habitación donde cada noche los monstruos me molestaban.