Como si de una película de terror se tratase el escenario era oscuro y áspero, el sol se había escondido y el aura de miedo y desesperación se sentía en el aire.
El duelo con el diablo había empezado, sin saberlo todos los presentes sentirían a diestra y siniestra la furia de la Shuji.
Primera etapa, negación.
La peli negra cerró sus ojos con fuerza mientras buscaba calor en sus propios brazos -No es cierto... Luci no se pudo ir sin mi... Ustedes están mintiendo!- su semblante era escalofriante pero sus ojos aguados, su cara contraída, el pequeño temblor de su labio y el pequeño temblor de piernas solo la hacían ver cómo una pequeña niña desamparada en busca del calor de su madre.
La cara de todos los presentes era un poema, Mitsuya y Draken intentaban hacer que la pelinegra no llorase dándole palabras de apoyo.
Emma estaba preocupada, no sabía que hacer pues acababa de conocer a la fémina pero ya tenía cierto apego hacia ella, era una de sus primeras amigas después de todo.
Por otro lado cierto trío ya había entrado en pánico.
Mikey estaba tirado en el piso en posición fetal mientras se mecía como un maniático en un manicomio que no a visto la luz del sol durante mucho tiempo.
Souta con el poco autocontrol que le quedaba intentaba una y otra vez desbloquear el celular que no era suyo, actualmente solo miraba la pantalla en un trance esperando que los dos años sin poder desbloquear pasen más rápido de lo que piensa.
El que peor la está pasando era Nahoya, sin duda el pobre había quedado con un trauma pues el vió en primera fila la irá de el caos. Corría de aquí allá escondiendo cualquier objeto corto punzante, que se pueda lanzar o destruir con facilidad, cualquier cosa que la azabache pueda usar como un arma en contra de el o de sus amigos.
Desde esa noche en el restaurante le tiene miedo a las motosierras.
El rubio de trenza se intentó acercar a la azabache y poder tocar su hombro -Melissa, por favor, no sé por qué lloras pero por favor, deja de hacerlo, ¿No estás sola?- la intuición el rubio apuntaba a que la melliza mayor le tenía fobia a quedarse sola, en consecuencia estar sin Luci era signos de muerte.
La azabache abrió sus ojos y apartó la mano de el rubio con un manotazo aterrada, derrepente todo a su alrededor se distorsionó, los dos muchachos frente a ella ya no eran los que conocía, eran dos encapuchados con sonrisas siniestras -¡NO ME TOQUES!- ella se hizo para atrás con temor mientras las lágrimas bajaban de su bello rostro
El peli lila se sorprendió por la reacción de la fémina -¿Melissa-San?- dijo intentando acercarse nuevamente a azabache
La azabache se apego a la pared asustada -¡NO TE ME ACERQUES!- puso su mano frente del chico haciendo distancia mientras que su otra mano apretaba el collar que compartía con su hermana.
Repentinamente un calor la invadió y el mundo volvió a lo que era, ya no estaba en un sótano oscuro con unos hombres encapuchados, lo único que veía era un torso con un haori a cuadros y unos fuertes brazos que la rodeaban dándole calor
El rubio de trenza se había lanzado a darle un fuerte abrazo a la fémina mientras que su cabeza reposaba arriba de la de ella -Tranquila... Estas a salvó- con su mano empezó a acariciar el sedoso cabello negro de la fémina escuchando sus leves sollozos
La fémina al escuchar esas palabras del rubio abrazo el torso del chico y lloro como una niña pequeña mientras Miles de emociones nuevas le atacaban.
Ella ya había estado enamorada antes y sabía que lo que sentía no era amor, era una sensación inexplicable que hacía que su corazón latiese cómo loco mientras un calor la envolviese mejor que cualquier manta de seda, al abrazar a Draken experimento un calor que nunca había sentido y ahí se dió cuenta que siempre había vivido en el frío.
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𝙿𝚛𝚘𝚑𝚒𝚋𝚒𝚍𝚊𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚍𝚒𝚟𝚎𝚛𝚝𝚒𝚍𝚘☯
FanfictionEllas eran consideradas Los Ángeles inalcanzables, pero todo cambió cuando el amor llego a sus vidas... Luci y Melissa Shuji. Las Mellizas consideradas Angeles por su Belleza Inglesa. Después de que su padre muriera ellas se tuvieron que mudar con...