"Yo se que soy muy poco
En esta vida y que en la tuya
Tambien soy poca cosa
Un suspiro en tu angustia
Construida y en tu jardin
Un petalo de rosa
Yo busco sin embargo darte
Un mundo hecho con el esfuerzo
De mis manos, con estrella y nubes
Y mar profundo, fundido lo divino
Con lo malo"
(Advertencia, canción de Rocío Jurado)
Ciudad do México, 2021.
Su mirada era severa hacia la clase que tenía enfrente, se estaba aplicando el primer examen del semestre y era rigurosa en sus métodos, luego de sufrir un accidente que provocó la muerte de su esposo y la dejó con una lesión motora en el lado izquierdo. brazo, la neurocirujana había dejado de trabajar como médico en hospitales y se había alejado de su carrera, ya no podía realizar cirugías sin que sus manos sufrieran de imprecisión. Caminando por el salón de clases, no podía dejar de pensar en lo irónica que era la vida, había ganado varios premios por su trabajo y artículos científicos, incluso era considerada una de las mejores neurocirujanas del país, pero todo se le esfumó de las manos.
Deteniéndose frente a uno de sus alumnos, mira sus manos temblorosas, aún no había nada escrito, no fue difícil identificar a alguien que estaba usando métodos turbios para obtener una nota, sacude la cabeza, tocando su escritorio. El joven mira las uñas rojas de la maestra, levanta la mirada hacia la mujer de cabello castaño y ojos oscuros, ella no tiene buena expresión mirándolo fijamente, endereza su postura en la silla, tratando de mantener el celular firmemente entre ella. piernas, no se podía confiscar esa altura.
— Déme la prueba, levántese y váyase, señor De Parra. — Tenía una voz tranquila llamando la atención de quienes lo rodeaban.
— ¿Porqué yo haría eso? — Había un dejo de desdén en su voz.
— Por el celular que está entre tus piernas y que ni siquiera te ayuda a responder correctamente el examen. — Toque sus uñas en la mesa.
Apretando los puños sobre la mesa, toma el examen, lo arruga y se lo tira en la professora. — Yo pago tu salario...
Al ver caer el papel sobre la mesa, Verónica mira a Murilo con calma. — No pagas nada... Tu padre, que resulta ser un excelente amigo mío, pagó ese curso de medicina por ti, ahora vete. - Toma el papel arrugado caminando hacia la mesa.
Irritado Murillo sale del lugar dando un portazo. — ¡Vieja bastarda! — Golpea la pared frontal.
Verónica escucha la queja afuera sacudiendo la cabeza, regresando a su silla mirando a los demás estudiantes. Estaba totalmente dedicada a la docencia y a la investigación científica, su hija, que había cumplido dieciocho años hacía poco más de dos meses, no estaba interesada en realizar estudios superiores, prefería dedicarse a la danza y el teatro para luego estudiar en hecho, entonces ella le daría ese tiempo.
Letícia, a diferencia de su madre, no tenía la costumbre de seguir los compromisos, le gustaba vivir la vida con intensidad, sobre todo después del accidente que mató a Leonardo, aún sabiendo que no era su verdadero padre, la joven lo amaba como a uno después de todo, la había criado desde que nació. Leonardo había sido ejemplar en la vida de Letícia, ambos se esforzaron al máximo por ser buenos padres para la joven, quien tardó muchos meses en superar lo ocurrido aquella noche.

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Marcas del Pasado
ChickLitEl error de Veronica fue involucrarse con un estudiante y el error de Vitor fue enamorarse de su profesora en la universidad de medicina. Una relación que generó rencores y consecuencias que dejarían sus vidas llenas de miedo y amargura. Hasta el mo...