Capítulo 1

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No sé ni como empezar esta historia, así que me presentaré…

Hola, soy Grace, una chica muy introvertida para extrovertidos y muy extrovertida para introvertidos.

Vale, eso sonó raro, mejor vamos por lo básico.

Estoy en mi último año de secundaria. Soy una chica bastante curiosa y muy habladora. Y claro, lo más destacable que se podría decir de mí es que me encanta dormir cada que pueda.

No imaginaba que esto último cambiaría mi vida por completo.

Soy del tipo de chica que le gusta crear sueños que sabrá que nunca le pasarán en la vida mientras duerme. Me encanta la música, mi mejor amiga en tiempos difíciles. Tengo una gatita llamada Mey, mi vida entera diría yo. Y por último, vivo en una humilde casa con mi madre, y claro no menos importante, mi gatita.

Todo comenzó en un día frío de invierno. A pesar de tener un poco de frío y que gracias a esto mi cuerpo se encontrara sensible, los nervios que ahora recorrían mi cuerpo eran algo que me hacía olvidarlo, y no niego que también se debía un poco a mi gran abrigo color verde y bufanda del mismo color. Dichos nervios se debían por el hecho de que el día de hoy era mi primer día de clases en una secundaria nueva y no conocía a absolutamente nadie. Ese día me levanté muy temprano para llegar a tiempo, ya que lo último que quería era causar una mala impresión.

Mamá se despidió de mí con un beso en mi mejilla antes de irse al trabajo, y fue tiempo después que emprendí una corta caminata a mi instituto, puesto que no me quedaba muy lejos de mi hogar.

Fue así que 20min después de una corta caminata, ya me encontraba en mi instituto nuevo llamado Rowels”.

Lo observé detalladamente por unos largos minutos, para luego llegar a la conclusión de entrar de una buena vez por todas. Había muchas personas a mi alrededor que me miraban con curiosidad, algo que no le presté mucha atención. Así que Tras soltar un suspiro que se volvió humo blanco; consecuencia por el frío que hacía en la ciudad, puse un pie dentro de aquel sitio nuevo para mí.

No había mucho que decir sobre esta secundaria, ya que era la básica de siempre, lo que se podría recalcar es: un enorme pasillo que a cada costado tiene sus casilleros, un bebedero de agua igualmente a sus costados, las debidas puertas para las clases, y por último un gran mapa al lado derecho del pasillo, que destacaba por lo gigante que era.

Caminé en dirección a este último, puesto que quería analizar un poco este sitio con el que me tengo que familiarizar. Lo revisé un poco de arriba abajo frunciendo mi entrecejo en el proceso. No soy muy buena para entender este tipo de cosas.

Lo único, a lo que pude ubicar con exactitud, fue la gran biblioteca y el estadio de baloncesto que se encontraba cerca de ella.

Miré a mi alrededor sin saber hacia dónde ir exactamente, hasta que una señora de cabello grisáceo que caminaba con determinación por el gran pasillo y con una cantidad enorme de carpetas en manos, nos indicó en pocas palabras; que debíamos ir a la cancha de baloncesto.

Canté victoria para mis adentros, puesto que uno de los dos lugares al que me fue fácil ubicar por fortuna fue la cancha de baloncesto.

Tras unos minutos caminando por pasillo tras pasillo, por fin me encontraba frente a unas grandes puertas que, como indicaban en el comienzo de ellas, era la dichosa “cancha de baloncesto”.

Luego de soltar un largo y profundo suspiro, me adentré en ella a paso decidido, dejando los nervios a un lado.

Justo después de haber entrado al dichoso lugar, achiqué mis ojos verdes por la cantidad de iluminación innecesaria a mi alrededor, puesto a que no estaba acostumbrada. Ante mis ojos se reflejó una espaciosa y gran cancha que contaba en su centro con una enorme tarima y llamativa decoración de globos. Y que por último, a sus costados tenía sus debidas sillas/gradas para como quien dice; ver el juego.

Una vida de ensueño [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora