—¡Vete a la mierda tú! Eres una maldita escoria te odio, siempre te he odiado —dije entre lágrimas y sollozos —¿Querías que fuera diferente? No crees que yo también lo quiero, yo no te pedí nacer, no les pedí que tuvieran hijos no se los pedí —mi madre me miraba atenta mientras mi padre apretaba los puños y me miraba con rencor —Son los peores padres del mundo son repugnantes—
Antes de terminar mi frase sentí un puñetazo en mi rostro que provoco que cayera al suelo, el dolor se hizo presente y mi nariz comenzó a sangrar.
Era costumbre tener peleas con mis padres y sentir golpes, su puta costumbre de 'arreglar' según ellos las cosas era de esta manera.
—¡Cierra la puta boca estúpida! Soy tú padre y me respetas —dijo mi padre dándome una patada en mi vientre.
Mi madre como siempre se quedaba de espectadora, seguía sin entender como ella podía tolerar ver como me golpeaban o como toleraba a mi padre si siempre la ha tratado mal nunca le ha dado su lugar.
—Más te vale que no digas más estupideces, sube a tú habitación estarás castigada y nada de inventar cosas con los idiotas de tus amiguitos esos pandilleros ¿te quedó claro? —preguntó mi padre dando un tirón fuerte de mi cabello para después soltarme con brusquedad.
Mi padre se fue al comedor y enseguida mi madre lo siguió preguntándole que si le servía de comer, en cambio el le pidió una cerveza.
Me levanté del suelo con un dolor insoportable en el estómago era evidente que tendría un dolor hace dos días también mi padre me golpeó estando ebrio, el imbécil me golpeo con su enbase de cerveza provocando una herida en mi vientre. Subí las escaleras con pesadez al llegar a mi habitación lo primero que hice fue cerrar la puerta de la habitación para luego sacar un botiquín de primeros auxilios que me había dado Baji unos meses atrás, me senté sobre mi cama para quitarme la sudadera que llevaba puesta, quede con mi top en mi cuerpo había una gaza y vendas las retire de mi cuerpo y como era de esperar la herida de hace dos días seguía fresca y sangraba aún más por los golpes de hace unos momentos.
La luz brillante de la luna era lo único que iluminaba mi habitación, era una luz cálida para una tarde tan asquerosa.
Sentí un par de lagrimas caer por mis mejillas mientras me limpiaba mis heridas.
En cuanto terminé volví a ponerme mi sudadera, estaba pensando en olvidarme de esto por un momento así que decidí escribirle a Senju hoy mi querida Senju tendría una fiesta como de costumbre.
–¡Ey! ¿Entonces si vendrás nena?
Un mensaje de Senju que había mandado hace 36 minutos, siempre que Senju hacia fiestas era de las primeras en invitarme.
–Justo voy a para allá Sen ♡ no tardo en llegar ok
Respondí a su mensaje.
Abrí sigilosamente la ventana de mi habitación para poder escabullirme sobre el techo, debido a que mis padres no suelen estar atentos a mi cuidado hace tiempo le pedí a Chifuyu y a Baji que me ayudarán a hacer una escalera de madera y colocarla en una esquina de la parte trasera de mi casa para así poder bajarme cuando espacara de casa.
Salí por la ventana e inmediato me dirigí hacia la escalera, en cuanto bajé salí corriendo del jardín para dirigirme a la casa de Senju.
En el camino prendí un cigarrillo, quería evitar sentir en dolor de mi vientre mi objetivo de hoy era consumir alguna sustancia que hiciera que me olvidará por un rato de la jodida vida personal que llevó.
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' white paradise '
ChickLit" sólo basta con que suspires aquel polvo blanco que los jóvenes consumen para olvidar sus problemas "