Cosa de verano

Capítulo 1: Miradas en la Distancia

Estaba sentada en la playa con mis amigas, Mia, Olivia y Ava, disfrutando del espectacular atardecer en una de las playas más hermosas de Ibiza. Las olas rompían suavemente en la orilla, y el cielo se teñía de tonos dorados y rosados mientras el sol se hundía lentamente en el horizonte.

El ambiente estaba relajado y animado a la vez. Mis amigas y yo compartíamos risas y conversaciones, mientras disfrutábamos de la belleza de la naturaleza a nuestro alrededor. Sin embargo, de repente, noté que un grupo de personas en una villa privada cercana nos observaba fijamente.

Intrigada, miré hacia el lugar y noté que eran un grupo de jóvenes, probablemente de nuestra edad. Algunos estaban sentados en la terraza, mientras otros se movían de un lado a otro. Me pregunté qué estarían haciendo y por qué nos miraban con tanta atención.

Olivia, que era la más extrovertida de nuestro grupo, lo notó también y levantó una ceja con curiosidad. Ava, que era más reservada, frunció el ceño ligeramente, y Mia, que era siempre la más despreocupada, simplemente sonrió.

Pero fue uno de los chicos del grupo en la villa, quien me llamó la atención. Sus ojos azules brillaban a la luz del atardecer, y podía sentir su mirada fija en mí. Me sentía un poco incómoda, pero a la vez atraída por su presencia.

Las chicas y yo decidimos ignorar las miradas y seguir disfrutando del atardecer. Sin embargo, no pude evitar sentirme intrigada por el grupo en la villa. ¿Quiénes serían? ¿Qué estarían haciendo allí? Parecían estar celebrando algo, pero no podía discernir exactamente qué.