Hawkins, Indiana, Verano de 1985
Estabas sentada en una de las sillas del porche de la casa de Eddie, mientras fumabas un cigarrillo, tenías una manta sobre los hombros, pues a penas eran las 7 de la mañana y la mañana era un poco fresca a pesar de la temporada en la que estaban. Otra vez habías tenido esas pesadillas, aunque últimamente parecían más recuerdos que un mal sueño, era como si tuvieras en tu memoria cosas que nunca habías visto y lugares en los que no habías estado, pero eran lugares fríos y solitarios, hasta que aparecía él, esa voz y esa sensación agobiante, que solo te provocaba escalofríos y de la nada volvías a despertar, cubierta de sudor y con un vacío en el pecho.
- ¿Qué haces aquí afuera Marie? - se acercó el señor Wayne a ti- es muy temprano cariño - se sentó en la silla a tu lado
- lo siento - sonreiste - es solo que aún sigo acostumbrada al horario escolar - levantaste los hombros y seguiste fumando
- Mm te entiendo - sacó un cigarrillo y lo encendió - cuando yo era adolescente me pasaba lo mismo, pero ahora tengo mi horario al revés - soltó una pequeña risa
- supongo que si - reíste junto con él - Wayne...- desde que habías empezado a salir con Eddie, su tío te pidió que lo llamaras por su nombre, pues ya eras parte de la familia - ¿Alguna vez usted estuvo casado? Claro si no es indiscreción
- No te preocupes, no lo es - sonrió - casado no, pero si tuve una relación muy formal con una increíble mujer - dirigió su vista hacía todo el terreno del parque de remolques que estaba vacío - enserio cuando digo que era increíble, es porque lo era, de hecho me ayudó mucho con Eddie, fue lo más cercano que él tuvo a una madre y yo al amor de verdad
-¿Qué pasó con ella? - apagaste tu cigarro y giraste ligeramente tu cuerpo hacía Wayne
- Pues...-suspiro- para una relación se necesitan muchas cosas, pero una de las más importantes es la verdad - te miró - cuando le mientes a tu pareja solo matas tu relación - miraste hacía abajo recordando los secretos que le guardabas a Eddie - eso nos pasó a nosotros, yo le oculte muchas cosas a mi Janeth - hizo una mueca triste- cuando las descubrió obviamente se molestó, pero ella quería arreglarlo, quería quedarse conmigo, el problema es que yo nunca dejé de mentir y a pesar de que muchas veces me perdonó, un día se cansó tanto de esperar algo que no iba a pasar
- Así que se fue - levantaste la mirada para verlo y pudiste notar que estaba al borde del llanto, así que solo asintió y se levantó
- Tu y Eddie son distintos a lo que yo fui con ella, intenté educar a mi sobrino para que no fuera como yo - tocó tu hombro - y eso me alegra -te sonrió con amabilidad, para después entrar al remolque
Querías devolverle la sonrisa pero no pudiste, era como si el nudo de tu garganta se extendiera a todas partes, enserio te sentías como una mierda, querías hablar con alguien lo que estabas pasando y no te referías solo a las pesadillas o a tu pasado. Subiste tus piernas a la silla haciendo que tus rodillas chocarán con tu pecho y abrazaste tu cuerpo, giraste ligeramente tu cabeza para ver la colilla de cigarro que habías apagado hace unos minutos
- Fue el último - tu voz se quebró, una lágrima empezó a caer por tu mejilla, la limpiaste con tu hombro para después voltear hacía el frente - lo siento - suspiraste y te levantaste de la silla, al abrir la puerta y caminar hacía adentro, esa presión volvió. Llegaste con Eddie y él seguía dormido, con cuidado cerraste la puerta y te subiste en sus piernas sin moverte mucho - Buenos días - dijiste por lo bajo
- Mm? - Eddie abrió un poco los ojos - buenos días cariño - sonrió - ¿Qué hora es?
- Es muy temprano - pusiste tus manos sobre su pecho desnudo - pero es que me levanté temprano
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Los reyes de lo raro >>Eddie Munson y Rachel Hopper (T/N)<<
RomanceEddie Munson el friki de Hawkins ha llegado a ser llamado hasta satánico todo por ser un chico fanático del Metal, lleno de tatuajes, líder del Hellfire club donde juegan D&D y quien tiene un estilo bastante intimidante a parte de una vida académica...