Brokenhearted

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Llegue a mi casa dejandome caer en el sofá, bostece con mis rodillas sobre el descansa brazos y mi rostro pegado a el cojín. Entonces ahí recordé, prácticamente había invitado a Elliot aquí, pero que porquería era esta sala, así que comencé a limpiar. Primero fue entretenido el pensar que Elliot estaría aquí, pero ahora estoy golpeandome mentalmente por ruborizarme al estar tan embobada con el. Pero después fue cansado, termine después de una pequeña pero tortuosa hora, tome mi celular y llame a Ashley.

-Hola-dijo un tanto distante

-¿Que haces?-dije mientras pintaba mis uñas manteniendo el teléfono en altavoz

-Estoy espiando a mi vecino, es un tío buenisimo-dijo como si se tratase de algún dulce, reí por lo bajo-¿Y como te va?

-Algo pensativa-dije mirando por la ventana de mi habitación

-¿Sobre que?¿Elliot?

-Si, indirectamente le dije que podriamos...tu sabes-dije un tanto penosa

-Creí que romperías con el, lo leí en tu rostro esta mañana

-¿Ahora eres psíquica?-dije en tono burlón

-Yo soy la ley tía, mierd* luego te llamo, una tarde llena de six-packs mojados me espera-dijo para después colgar, siempre era esa zorra divertida.

Mire por la ventana esperando encontrar a Elliot quien para mi sorpresa si acudió, bueno no tan sorprendente, ¿Quien se negaría a una tarde de "mis padres no están en casa"? El timbre sonó y abrí la puerta, pero aquí me esperaba la sorpresa.

-Hola-dijo divertido

-Pasa, pasa-dije cerrando la puerta tras el

-Supe que querías que te ayudara en tu tarea pilla, por eso el "mis padres no están en casa"-lo mire incrédula, ¿Que tenían que ver lo uno con el otro?

-Ah, si claro. Me has atrapado-dije fingiendo

Estaba en shock aún, no lo entendía. ¿Porque había terminado así?
Estábamos acostados en mi cama con el libro abierto, nuestros rostros un tanto cerca, y su aroma invadiendo toda mi cordura, miraba como me hablaba y hablaba sin parar sobre esos absurdos ejércitos del año mil no se que otra cosa, en otras palabras prehistoria, mientras me explicaba tome un marcador y marque su rostro mientras reia, me miro haciendo un gesto burlón.

-Pagaras por eso-dijo para después sujetar mis manos sobre mi cabeza y dibujarme un grueso bigote a su antojo mientras sonreía, con todas mis fuerzas logre soltarme de su agarre, tome un marcador y le uní las cejas en un solo trazo para salir corriendo por el pasillo, el venia detrás de mi como si fuésemos niños pequeños, tan divertido, hasta que me atrapo y comenzamos a atacarnos con nuestros marcadores mutuamente, al final estábamos manchados de todas partes incluso nuestra ropa.
Reíamos mientras tirados en el suelo recuperabamos la respiración de ese ataque. De pronto el se puso de pie y me cargo como a un costal de papas, pataleaba un poco pero no funcionaba, me llevo hasta la regadera y abrió la llave, el agua caía por nuestros rostros y todos los colores se derramaban formando un lindo ambiente, salimos y comencé a secarlo con la secadora de cabello mientras su ropa también lo hacia, como si se tratara de un niño pequeño, me decía que se sentía lindo el aire tibio de la secadora de cabello.
Después de secarnos por completo regrese con su ropa en las manos, salí del baño y deje que el se cambiara a solas, después de unos minutos toque la puerta y me dijo que podía pasar, al entrar me soprendi al notar que no llevaba camisa.

-¿Porque no te has puesto tu camisa?-dije mirándolo extrañada

-Porque quiero que me la pongas tu-dijo mirándome divertido, entrecerre los ojos y después reí, acepte y cuando recién se la puse sus ojos de alguna manera me hipnotizaron, era como si la tierra se moviera para acortar la distancia entre nosotros, comenzamos a besarnos hasta terminar en lo que al principio se suponía solo seria, una tarde de "mis padres no están en casa".

Decir "Te Amo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora