Corazón- ¿Ves? Mente terca. El amor si existe, solo debíamos buscar en la persona correcta
Mente- Vale lo acepto, tienes razón. Pero en mi defensa debo alegar que no sabia que existía alguien así.
Corazón-¿A que te refieres con así?
Mente- Bien sabes a qué me refiero, no te me hagas el desentendido.
Corazón- ¿Acaso te refieres a su deslumbrante sonrisa, a su incomparable mirada, a esa energía que lo transforma todo en positivo?
Mente- Ves que si sabías.
Corazón- Jeje solo quería ver cómo la terca mente se le iluminaban los ojos al pensar en ella
Mente- Mira quién vino a hablar de terquedad aunque debo de reconocer que en ese caso fue más que fructífero
Corazón- Eso es algo que todos deberían de aprender. A saber luchar por lo que quieres siempre y cuando valga la pena.
Mente- Ya ya no te vengas arriba que te pones insufrible
Corazón- Bueno creo que podemos poner fin a esta disputa cierto
Mente- Yo se lo había puesto desde que tus latidos aceleraron por ella