𝐃 𝐔 𝐏 𝐋 𝐈 𝐒 𝐄 𝐑 𝐄

𝟐

"¿Qué quieres hacer qué?"

"Es lo mejor hyung, no tengo dinero suficiente para pagar la hipoteca y la señorita de la inmobiliaria me dijo que no puedo apelar a una cancelación porque en el contrato que mi padre firmó esa era una de las cláusulas" Jungkook se encontraba en la cocina de su casa junto a Hoseok, pues aunque su hyung llevó comida para ambos, un paquete de ramen instantáneo para cada uno no viene mal.

"Kook, no puedes dejar la casa así nada más, podemos vender mi coche o pedir un préstamo al banco-"

"No me lo otorgaron"

El cuello del omega mayor seguramente le dolió por lo rápido que volteo a ver a su amigo. "¿No te lo dieron?"

Jungkook regresó a la mesa con dos botes de ramen caliente, dejó uno justo a lado de su mejor amigo y el otro frente a su silla, tomó asiento lentamente acercando después el tazón con ramen y un rollo de gimbap.

"Fue lo primero que pensé hyung, no soy tan tonto como creen. Pero me lo negaron porque no tengo nada que dar como aval y no quise ponerte a ti sin consultarlo primero"

Hoseok miraba atento cada movimiento, y si no lo conociera tan bien ni siquiera había notado que Jungkook no le había mirado en todo el rato que tenía en la casa del omega. Jeon Jungkook... Eres tan transparente.

"No debías preguntarme nada en estas circunstancias Kook, yo habría accedido a hacerlo, tus padres fueron como unos padres para mi, incluso aunque yo tuve los míos, el amor de tus papás era para todos y jamás podré pagarles que te hayan traído a este mundo y seas mi mejor amigo"

Jungkook dejó su comida de lado, tomó una servilleta y cualquiera creería que sería para limpiarse la comisura del labio que tenía un poco de arroz, pero no.

El omega llevó la servilleta directamente a su ojos para limpiar las lágrimas que estaban saliendo, soltando solo un sollozo amortiguado por los dientes que atrapaban su labio inferior. El derrumbe era inminente, pues todo este tiempo ni siquiera había podido asimilar la muerte de sus padres porque estaba pendiente de más problemas.

Hoseok se levantó de su asiento para arrodillarse a un lado de Jungkook buscando el rostro del omega para poder limpiarlo con la servilleta que tomó momentos antes. La vida es muy injusta para algunos, ¿No es así?

"Ven acá" Le dijo después de limpiarle un poco y abrazarlo solo por los hombros ya de pie. "Llora todo lo que necesites, tienes que desahogarte"

Y Jungkook tomó ese permiso que se le concedió sin preguntar para tomar solo una bocanada de aire, bastante profunda que hasta los pulmones le dolieron porque no se había dado cuenta que estaba reteniendo la respiración. Y lloró.

Lloró, lloró y lloró.

Hoseok solo lo dejó liberar toda la carga, pues sabía que el omega no volvería a desahogarse de esa manera en mucho tiempo.