II

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El joven se llevó las manos a los ojos,desesperado por lo que acababa de hacer, pero no tenia poder para devolverle la vida al Joven Jin.Llorando lágrimas heladas, volvió a la Secta(Yummeng Jiang)y su reino de hielo.Allí no pasaba ni un día en que no pensara en aquel joven que había huido de él.Le hubiera gustado volver a verlo,pero desafortunadamente no sabía nada de él,ni siquiera su nombre.

Aquel hombre al que había asustado esa ocasión se llamaba Jin  Zixuan y no había hablado con nadie sobra la causa de la muerte de su hermano.Al cabo de un tiempo regresó a su secta,e intentó olvidar la horrible aventura que había vivido por culpa de aquel doncel de la nieve.
Un día uno de los Ancianos de la secta le pregunto ¿Porque no escoges un esposo?
Eres un joven fuerte ¡Tienes que procurarte descendencia!
El comentario del anciano le había parecido muy sensato a Zixuan, pero este contestó que se casaría con el doncel del que se enamorara. Los ancianos del lugar no podían creerse lo que su joven amo decía sabiendo quien era su padre.
—Tienes que encontrar un esposo,hijo. Necesitas un buen doncel con el que puedas formar una familia.¡El amor no cuenta! — insistieron.
Pero Zixuan se negaba a creer que era imposible encontrar un doncel que lo amara y al que poder amar.

Un día, cuando descendía de la montaña para volver a casa después de haber cortado la madera, se encontró, sentado en el umbral de una pequeña casa del pueblo, a un joven con largo cabello negro y grandes ojos color gris. Cuando ya estaba cerca de él, le dijo que nunca lo había visto antes.
Llegue hace poco — contesto el tímidamente —. He dejado atrás el lugar donde nací para venir aquí.
Zixuan se quedó deslumbrado por su gracia y belleza: —¡Estás aquí... para mi! —exclamó mientras se acercaba.
Con una sola mirada, se había enamorado hasta las cejas.
Enseguida, le pregunto cómo se llamaba y le propuso que se casara con él, casi sin respirar. Él se sonrojó y contestó:
—Mi nombre es Wuxian y ... si acepto casarme contigo!
El joven Jin estaba en las nubes. Pocos días después, Zixuan y Wuxian celebraron su boda. Zixuan no podía con su felicidad: siempre había soñado con un esposo como él, y ahora lo tenía a su lado. Era perfecto: cariñoso, afectuoso con él y con los hijos que tuvieron enseguida.
Pasaron muchos años y nada parecía romper la armonía de la familia.
Solo una cosa preocupaba a Zixuan: cada día veía como su pelo se volvía más blanco y su cara se plobaba de arrugas. Cada día, el Jin se sentía más débil y a sus ojos les costaba cada vez más esfuerzo ver bien. Era normal: el tiempo pasa y los hombres envejecen. Pero los años ni parecían tener ningún efecto en Wuxian. Al principio todos estaban felices y no le dieron importancia. Pero después de tanto tiempo, también los hijos de la pareja empezaron a tener alguna arruga, mientras que Wuxian permanecía jovencísimo y con una belleza perfecta.

Muchos en Lanling se preguntaban cuál sería la causa de esa suerte:
¿o es que quizás tenía algo de brujo? Zixuan era consiente de aquellos rumores y se preocupaba.

Wuxian, el doncel de la nieve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora