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Jude volteó a mirar a Kala una vez que ella le avisó que ya estaba con su pijama puesto y se adentraba a su cálida cama. Negó con una sonrisa al ver el desastre que había provocado la muchacha al desvestirse, esparciendo sus cosas en el suelo.

El viaje había sido pesado, Haaland no paraba de balbucear incoherencias y Agüero le relataba cada detalle del partido que había visto por la tarde. Al llegar al hogar de la chica, para su mala fortuna, debió cargar por sus hombros a una torpe Kala que tambaleaba con cada paso que realizaba al encaminarse a su casa.

Quédate conmigo, por f-favor–Farfulló la joven sin sentido.

No Kala, Erling me está esperando.–

Erling que duerma en el auto–

Pobre rubio, ya debo irme, dulces sueños.–Dijo Bellingham acercandose a ella y besó suavemente su mejilla.

La morocha suspiró con una mueca desepcionada.

Te quiero mucho Jude, por más que te vayas.–

Bellingham evitó reír por las ocurrencias de Agüero, saludó con su mano antes de desaparecer por la puerta.

(...)

Kala se despertó abrubtamente. Sintió alivio al darse cuenta que se encontraba en su cama, vistiendo su pijama de ovejas. Divisó su celular en la mesita de noche y lo agarró para saber la hora. Se sorprendió y sintió avergonzada de ver que era mediodía.

Su vestido y tacones estaban desparramados por el piso del cuarto, el bolso y su labial favorito abierto. Suspiró pesadamente y acomodó el pequeño desorden.

Luego cepilló sus dientes y quitó el maquillaje desarreglado de su rostro. Bajó las escaleras para encontrar a su padre cocinando el almuerzo, y su hermano en la sala de estar mientras la TV transmitía keeping up with the kardashians.

–Se ve que la pasaste bien.–Dijo el mayor con leve enojo, mirando su cara cansada.

La menor dibujó un gesto embarazoso por sus duras palabras. Sirvió un vaso de agua y bebió sedienta como si hubieran pasado años de que no se hidrataba.

–¿Cómo llegué acá?–Le preguntó Kala acomodándose en la pequeña silla del desayunador.

–Te trajo un morocho, ya lo había visto pero no recuerdo su nombre, era...–

–Jude.–Contestó recordando la piel bronceada del chico, él manejaría el auto de Erling ya que era el único que no bebía.

–Ese, Bellingham, el pobre tuvo que lidiar con Erling también.– Kala cerró los ojos y sostuvo su cabeza al imaginarse las estupideces que seguro hicieron y dijeron, mientras Jude debía aguantar el insoportable olor a alcohol.

–¿Tan mal estábamos?

–Tu cerebro estaba totalmente perdido.–Agarró su celular y enseguida entró a Instagram, mostrandole algunos post.

Kala sólo pudo esperar lo peor.

"La menor de los Agüero y los futbolistas del equipo ciudadano"

"La hija de Kun Agüero y su amistad con los chicos del Manchester City"

"Conocidos futbolistas estallaron en las redes por su estado de embriaguez"

Kun leyó los pie de las publicaciones intentando no reírse, estaba enojado con ella, pero no podía evitarlo.

Benja ingresó a la cocina carcajeando y se acercó a su hermana.
–Mira este video.–Dijo el menor enseñándole su celular. En este podía verse claro un live donde ella se enoncontraba tendida en el suelo, mientras tanto Phil gritaba unas palabras incomprensibles con su acento británico.



cinnamon girl  ✞  jude bellinghamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora