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(Pt 2)
Conociéndonos.
La argentina caminaba por las calles de México junto a missa hacia la casa de este. Había ido a México para visitar especialmente a su mejor amigo, ignorando las quejas de su "roomie" y amigo carre quien no paraba de decirle que lo estaba abandonando y los dejaría a él y Barry solos toda una semana.
Finalmente al llegar fueron recibidos por Mafer, quien abrazo a la chica apenas la vio.
— ¡Mi esposa! — gritó abrazando a Mafer, dejando a missa mirándola con una expresión de ofendido. — te la robo missa. — se burlo separándose Mafer.
—— • • • ——
La noche había llegado y tras pasar el día entre bromas y juegos estaban caminando por las callen hacia un restaurante mencionado por missa.
Las dos mujeres iban adelante agarradas de los brazos mientras charlaban y reían animadamente, mientras que missa iba unos pasos atrás de ellas prestando atención a su teléfono mientras mandaba textos.
— Antes de llegar, quiero que sepas que hay una sorpresa bien chida para ti — hablo el chico poniéndose delante de _____ mientras caminaban.
— ¿Posta?, Apuremos entonces — contesto tomando a Mafer de la mano y comenzando a correr hacia la dirección del lugar.
Se detuvo en secó casi haciendo caer a Mafer si no la estuviese agarrando al ver a chica parado cerca de la entrada del restaurante.
El simplemente la vio y levantó la mano en forma de saludo mostrando una sonrisa. Ella se acercó viendo como el la esperaba con los brazos abiertos y sin dudarlo más rápidamente se tiró a abrazarlo.
— ¡Roier — gritó la argentina alargando la "e"
— ¡______! — gritó igualmente.
Llamaban la atención de las personas que pasaban por el lugar, algo que no les importaba en absoluto mientras estaban juntos. Mientras que missa y Mafer los miraban sonríendo, sin faltar los aplausos y gritos por parte del chico.
Ellos no eran pareja. Aún eran amigos, amigos que sabían que estaban enamorados el uno del otro, y sin embargo se quedaban conformes con su amistad por miedo a estar juntos lejos el uno del otro. Por miedo a que la distancia arruinara aquello que tenían, y seguido de eso, que arruinara su amistad.
Aún así cualquiera que los mirase podía notar la conexión entre ambos, cómo se miraban, la forma en la que le hablaban al otro, la sonrisa que se formaba en el cuando ella lo veía.
Aquella semana que había estado en México sin duda había sido increíble. Estar con Missa era divertido, estar con Mafer era increíble y ni siquiera encontraba una palabra para describir sus emociones al estar con Roier.
Simplemente cada comentó con el era eufórico y ahora no quería terminar eso para volver a Argentina. Claro que extrañaba a carre, pero en tan poco tiempo se había acostumbrado al mexicano que ya no se veía sin el siguiéndola por todos lados, tratando de imitar su acento, abrazandola apenas la veía.
Ahora estaba junto a el en el hotel donde se quedaba. La estaba ayudando a empacar sus maletas, ella guardo la última prendo y cerró la maleta volteando a mirarlo.
El no dudo en abrazarla por un largo tiempo, y cuando se separaron no pensó demaciado antes de acercarse a dejar un pequeño beso en los labios de la chica.
— no importa si tengo que viajar cada semana en avión para verte o mudarme a Argentina, pero quiero estar contigo — confesó poniendo sus manos en las mejillas de la chica quien le devolvió el beso haciéndolo está vez un poco más duradero.
Ese fue el instante en el que comprendió que su amor iba más allá que cualquier cosa, que la distancia era un problema insignificante y que en realidad lo único que necesitaba para ser feliz era el.
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Cómo quequedó buen cursi no?
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