Recién comenzada la universidad, grado de matemáticas e informática. Fecha de inicio 05/09/23, hace exactamente 17 días. Casi tres semanas desde que empiezo a escribir esto. Tres semanas de frenesí. Hay mucho contenido de digerir y se precisa de un pensamiento matemático, la cual no poseo.
Me siento en desventaja, no solo por mi preparación anterior, también por mi implicación limitada. No es una falta de interés, que a veces también, sino falta de poder, una limitación de esta máquina que siento ser. Un clásico "burn out" de la cual no me atrevo a describir en mi ¿La razón? Simple y llanamente porque no creo haberme excedido tanto, no creo haber hecho un esfuerzo tan grande como para identificarme como tal. No me he "roto" como para decir que estoy exhausta, que estoy en "burn out".
Es decir, no creo haberme esforzado tanto. Así lo demuestra mis acciones reiteradas como dormir la siesta, pero contradichas por otras como ser la primera en llegar a clase pese a ser una, de muchas y muchos, de las que viven lejos. Me esfuerzo, pero... llegado a un punto del día paro.
Llego pronto, me esfuerzo en clase, a veces no entiendo nada y la cierta mirada de decepción o desaprobación que yace en ciertos maestros al mirarme me deprime. Celos. Celos de que por mero prejuicio, vestir formal y no "friki", siento que se me desprecian, que se me ve como tonta. Y por tanto, así creo serlo, tal y como percibo que me toman.
Este sería el mero espejo de mi interior. Supongo.
Es el espejo de manera que mis miedos, temores y, ciertamente, traumas se reflejan en ese desprecio y sentimientos de superioridad de los maestros.
Claramente este es solo mi parecer, puede o no ser la realidad. Tristemente y por pura lógica, la verdad y la mentira y prejuicio se mezclan en lo que escribí.Luego, vuelvo a casa y no profundizo lo suficiente sobre lo que vi en clase, no repaso.
Esto anterior ha sido el motivo de mi colapso en mitad de la clase hoy en la mañana, día 22/09/23, a las 9:00. Obviamente un colapso silencioso y desapercibido. Después de simplemente una hora, recogí y ahogué la frustración en el baño, de cuclillas al lado del váter. Mi mente por unos minutos se sumergió en el abismo de " no soy suficiente " otro día más, otro instante más.
Después, vino la siguiente clase y como si nada. Y me fui del campus.
Llegué a casa lo más temprano posible, a las 15:40 me atrevería a decir. Hice algo fuera de ese intento de " cuidar la dieta", la cual no sabría decir si estoy cumpliendo igualmente. Freí patatas e hice una salsa, los comí y me dormí por puro placer.
Recientemente por las redes sociales me salió reiteradamente un canal. Es sobre una psicóloga que trata sobre el "binge eating", atracones según el google translate. Ella se refiere a estos como manifestaciones de traumas creados desde pequeños, ya sea por culpa de padres o el entorno ( educación infantil y primaria ). Por mucho que me pueda doler y por mucho que haya ejercitado el amor hacia mis progenitores (comprensión, compasión y tolerancia), los errores son errores, perdonables, pero errores de las cuales pueden afectar al hijo, y definitivamente me han afectado a mi. Viceversa con el entorno externo a la familia.
Puede que esa sea la razón de esas mentiras de las que hablo, de esas mentiras que se mezclan con la verdad. De ese reflejo que proyecto hacia otros. De esos prejuicios.
Después de dormir, tomé fuerzas al pensar en mi pareja y mis propios padres, en mis ambiciones y en esa autosugestión que manifesté esa mañana de " no soy suficiente". Reflexionando, de algún modo, durante mis momentos de lucidez entre el sueño, decidí decirme palabras positivas. A las 0:30, habiendo practicado una hora y media de meditación, un eternidad a mi parecer del momento, desperté, estudié y dormí 2/3 horas tranquilamente.
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Casual Thoughts
Non-FictionUn recopilatorio casual de pensamientos que pasan por mi mente!