9. Beso.

3.7K 327 113
                                    


No se olviden de votar
y comentar, los amoo 🫶🏼

Odiaba ver el departamento tan lleno, pero después de todos aquellos eran mis nuevos amigos.

Eran las 23:00, estaban todos, menos Enzo. Era raro ya que él dijo que a las 21:30 se iba a encontrar acá junto a los demás, sin embargo, los demás no se dieron cuenta del pedo que ya tenían.

Botellas de vodka y fernet – también un par de cosas más – , se encontraban en la mesa: vacíos porque todos los presentes ya habían tomado todo.

—Eeehh, Juli. – Escuché entrecortado como gritaba Lean, la música tan alta no me dejaba escuchar bien.

Después de eso que dijo en el grupo me ponía nervioso intercambiar palabras o miradas con él. Una pelotudez, sí, pero yo soy así.

—¿Qué pasó? – Me digne a responder después de segundos pensando.

—Trae el otro fernet que está en la heladera, porfa. – ¿Qué se piensa este?. Lo miré mal pero luego quejarme.

—¿Qué soy yo? ¿tu sirviente?

—Daaale, porfa. – Rodé mis ojos y me encaminé hacía la cocina, yendo hacía la heladera y agarrando lo que me había pedido Leandro minutos antes.

Cuando estaba por volver al living y dejar eso sobre la mesita, sonó el timbre.

¿Y quién más que Enzo podía ser?

Dejé la botella sobre la mesada para luego ir a abrir, apenas abrí se encontraba él.

Tenía una pequeña pero sincera sonrisa, ‹ qué raro › pensé, después de todo Enzo nunca era así o por lo menos conmigo no. Se acercó lentamente a mi cachete, dejando un beso humedo que habrá durado tres o cuatro segundos.

¿Por qué eso me hizo estremecer?

El alcohol ya estaba llegando a mi sangre, eso era seguro.

—¿Todo bien? ¿los chicos? – Preguntó el morocho en mi oreja al escuchar la música alta.

—Todo bien, ¿vos?. Los chicos están en el salón. – Respondí de la misma forma que él.

Asiente con su cabeza, me da una última sonrisa y va directo hacia donde le dije.
Lo que no había visto es que en su remera blanca básica era que había un beso marcado con un labial rojo oscuro, también tenía dos chupones en su cuello.

De un momento a otro, un sabor agrio recorrió mi boca y un revoltijo se genero en mi panza, ¿qué me pasaba?







Julián no entendía como se encontraba en una joda y con Alexis, pero allí estaba.

De todas formas él solo buscada algo, o mejor dicho, a alguien: Enzo, ese maldito no salía de su cabeza ni un solo segundo. Y mucho menos luego de esas sonrisas y ese beso humedo que le regaló.

El castaño no sabía el porque de ese cambio tan raro del morocho hacía él, pero tampoco le disgustaba. Es más, le había gustado.

Objetivo | Enzo Fernández , Julián Álvarez AU +16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora