Una noche en el casino

Suites 334 y 333

Diego y Jeffrey en el balcón recordaban el lugar exacto en donde habían pasado su primera estadía en Isla Perla, hacía años atrás. Claro está que en aquel entonces no habían construido todo aquel complejo turístico.

Christian, mientras, se había sentado en la sala a ver una película, y Gilberto había encendido su laptop para seguir escribiendo un guión cinematográfico que tenía pendiente. Todos muy entretenidos y con sus fieles Motitas allí acompañándolos como siempre.

- Sí, era esta misma bahía - decía la voz de Diego desde el balcón - El muelle siempre ha estado en el mismo lugar, Jeff. Por eso sé que la playa era ésta misma de la bahia- y señalaba más allá de la palmeras, hacia el mar.

-Puede ser, sin embargo creo que el camino al muelle era más largo- recordaba Jeffrey.

Y así, toda la suite tenía una tonalidad dorada y olía a coco gracias a los decorados con flores y esencias playeras.

-Chris ¿Por qué ves esa babosada otra vez?- comentó Jeffrey desde el balcón. Christian no podia ocultar que tenía una obsesión por "Crepúsculo"

-Entonces ¿Quién se queda con Bella, Jacob o Edward?- preguntaba Gilberto ahogando una risita.

-Ah, ya cállense- rezongaba Christian.

-Hay que verle el lado bonito, amigos. Es amor, romance, ya saben- continuaba Gilberto.

-En fin ¿Alguien sabe si vamos a hacer algo esta noche? ¡Apenas son las 8:30!!- Diego entraba a la suite y se tira sobre el sofá al lado de Christian.

Gilberto, Christian y Jeffrey se miraron entre sí.

No tardó mucho en sonar el teléfono de la habitación y Gilberto que estaba sentado justo en esa mesa, coge el auricular.

-Hola Gil- era la voz de Johnny, desde la habitación de al lado, la 333 -¿Quieren bajar al casino?-

Gilberto sonríe y cierra la tapa de su laptop:

-Amigos, Johnny nos propone bajar al casino ¿Qué les parece? Creo que hay show con rifas y todo esta noche-

Todos se entusiasmaron y asintieron con la cabeza. Christian se olvidó de "Crepúsculo" y apagó la televisión.

-Ok- Gilberto respondía a Johnny -¿A las 9? Las rifas comienzan a partir de las 9:30, Ok-

Las Motitas comenzaron a brincotear y Christian, Jeffrey, y Diego sabían que tenían que buscar una buena pinta. En eso los ayudarían las Motitas Mimo, Fancy, Joey y Danny: a buscar la mejor percha.

-Hoy voy a estrenar la ropa que me compré en el Hot Mart- Gilberto apagó su laptop y puso manos a la obra: buscar en su maleta toda su percha.

El casino del hotel era el "Velvet Royale" y era el casino más lujoso de Isla Perla, y Los 8 en media hora debían vestirse para llegar al casino a las 9. A las 9:30 comenzaría el show de la noche y no querían perdérse las rifas.

-¡De seguro que habrán paparazzis!!!- se empezaba a angustiar Diego -No tenemos el tiempo suficiente para ponernos súper!!!

- Ohhh de seguro que sí - afirmaba Gilberto con voz grave -Brian y Juan Carlos están aquí, cubriendo todas las fiestas-

Diego, Jeffrey y Christian tuercen el gesto al oír esos nombres, y luego apuran a las Motitas para que les busquen todo el outfit.

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No menos apurados estaban en la suite de al lado, la 333.

Randolph corría de un lado a otro acomodando su atuendo y su look, aun sin que hubieran desempacado todo. No sin antes haber colocado el álbum "Monster" de Michael Jackson en el equipo de sonido de la habitación a todo volumen. Y todos comenzaron a cantar.

-¿Por qué será que nosotros siempre tenemos que estar en esta corredera???- protestaba mientras buscaba removiendo su maleta esa chaqueta brillante negra que quería ponerse.

Suena el teléfono entonces, y él mismo lo coge, ya que estaba cerca:

-Aló-

-¡Hello!!- era Christian, al otro lado de la línea - ¡Oh my!!! ¡Es Monster, el álbum póstumo de Michael!!-

-Sí sí sí, ése mismo- cantaba Randolph. William, Johnny y Alexander también cantaban ahí en la 333, mientras se vestían todos majos para la salida.

-Bueno, chamos, la apuradita- Christian, al otro lado de la línea, iba al grano -No tuvimos chance de cenar nada. Cenaremos en el casino ¿Ok?-

-¡Salivale, Chris! Nos vemos a las 9-

Randolph cuelga y sigue buscando en su maleta.

-Este hotel tiene unas tremendas tiendas. Hubiera podido comprar un buen traje aquí- decía William mientras se veía al espejo su outfit.

- Eso es verdad- Randolph no encontraba qué ponerse, y su Motitas Chuy lo ayudaba - Esto es un desastre, voy a tener que ir todo sarrapastroso-

- Yo te puedo prestar algo, Randy, vas a estar bien- Johnny calmaba a su amigo que seguía lamentándose.

No era lo ideal, vestirse con mitad de la ropa de Johnny.... él tenía un estilo opuesto, así que cuando Randolph se vió al espejo, era mitad él y mitad Johnny.

Suspiró con una sonrisa ante aquel look excéntrico.

Toda una ceremonia para Los 8 de Malú, ponerse únicos con sus vestimentas.

A toda ésas ya el reloj marcaba las 9, y de ambas habitaciones salieron prácticamente en coordinada coreografía los ocho Animales Fantasianos, rumbo al iluminado ascensor. Afortunadamente no había nadie más esperando en ese piso, claro, era un piso exclusivo, así que literalmente no había "moros en la costa"

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Caballos de glamorosos colores y diseños iban y venían por todo el lobby, y sus señores junto a ellos, cada uno en su propósito y andar. Algunos bien vestidos se notaba que iban a la fiestas. Y la música armoniosa se dejaba notar bajo el murmullo de las voces y las risas.

Era una gran sala con diversos pasillos flanqueada por columnas estilo griego y una decoración tropical que resaltaba sobre los tonos rosados y dorados del hotel. Los empleados, ya acostumbrados a sus célebres huéspedes y fiestas, seguían su rutina con normalidad a pesar de que esa noche estaban los medios de comunicación de Valle Verde presentes haciendo toda clase de reportajes.

Ya estaban al tanto de la presencia de Los 8 de Malú allí.

No tardó mucho en hacerse la algarabía, cuando los ascensores se abrieron y los medios de comunicación advirtieron que Los 8 venían allí.

Juan Carlos que había estado detrás de una de las columnas, manda señales a su compañero Brian: "Los ascensores" señalaba. Y las palmeras que rodeaban toda la entrada a los ascensores había sido buen lugar para Brian esperar con su cámara, sin que fuera visto.

-Hola chicos- Gilberto se adelantaba como siempre -Hola- saludando con su mano, y acto seguido los empezaban a rodear con cámaras. No tan asfixiante como en otras ocasiones, para tranquilidad de Los 8.

Pero Brian y Juan Carlos necesitaban sus exclusivas escandalosas, algo de lo que pudieran aprovecharse para resaltar su reputación de paparazzis.

-Oye Brian- Juan Carlos llamaba la atención de su compañero. Todavía detrás de las palmeras y Los 8 no notaban su presencia -Estoy seguro que esa chaqueta que lleva puesta Randolph, es la misma usó Johnny en el Derbi pasado- le decía en murmullos - ¿Te acuerdas? Nosotros sacamos fotos de eso y ¡Fijate!-
Y razón tenía Juan Carlos, notaba Brian ¡Era la misma!

-¿Qué tal? - decía Brian fascinado y puso su cámara a trabajar -Randolph usando la chaqueta de Johnny-

-Que usó en el Derbi- seguía Juan Carlos, sacando fotos también -No de muy buen gusto con ese pantalón, por cierto-

-¡Qué raya!- comentaba Brian -¿Qué dirán de esto los fieles admiradores del estilo y la clase de Randolph?-

-Ouch-