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Capítulo 4

[continuación del capítulo 3]

Los dos no se dijeron una palabra durante mucho tiempo mientras Seonghwa atendía las heridas en las muñecas de Hongjoong. Una vez que limpió las heridas por completo, Seonghwa se levantó momentáneamente del costado de la bañera para agarrar un botiquín de primeros auxilios de debajo del lavabo en el baño, volviendo rápidamente al lado de Hongjoong.

− Yo... − Seonghwa vaciló mientras abría el kit, agarrando una cosa de peróxido para desinfectar las heridas y suturas. − Realmente lo siento. No sé qué más decir aparte de eso. Lo lamento mucho − su voz sonaba sincera mientras se disculpaba, algo que Seonghwa nunca hizo.

Hongjoong solo lo miró con una expresión en blanco en su rostro. No sabía cómo sentirse acerca de la disculpa del rubio, tenía sentimientos encontrados.

Cuando Hongjoong no respondió, Seonghwa decidió dejarlo en paz. Seonghwa desenroscó la botella de peróxido, agarrando suavemente una de las muñecas de Hongjoong.

− Esto va a doler mucho... lo siento − Seonghwa dijo antes de verter el líquido directamente en la herida.

Hongjoong inmediatamente hizo una mueca, sacudiéndose un poco por la sensación de ardor. Dejó escapar un gemido de dolor, mordiéndose el labio inferior con fuerza.

Seonghwa podía sentir su pecho contraerse ante los gritos de dolor del hombre pelirrojo, pero no vaciló. Luego tomó las suturas que preparó, dudando un poco antes de comenzar a coser la primera herida.

Hongjoong trató de no moverse mientras le cosían las muñecas, pero la sensación de la aguja perforando y atravesando su piel era horrible. Arqueó la espalda en la bañera, gritando patéticamente.

− Lo siento... − dijo Seonghwa con un tono lleno de arrepentimiento mientras terminaba de coser la primer muñeca.

Seonghwa luego procedió a hacer lo mismo con la otra muñeca. En ese momento, Hongjoong estaba llorando, sollozos de dolor escapando de él.

Una vez que Seonghwa terminó, él mismo casi se echa a llorar al escuchar los sollozos del hombre más pequeño, pero logró mantener la compostura.

Hongjoong comenzó a calmarse una vez que terminó, tragando saliva mientras sus muñecas palpitaban. Las sostuvo cerca de su pecho, solo mirando hacia el agua ahora de color rosado.

− Por favor... Límpiate. Te estaré esperando afuera con ropa limpia... − dijo Seonghwa en un tono suave, incapaz de mirar a Hongjoong mientras se ponía de pie, y pronto salió del baño.

Hongjoong levantó la vista mientras veía al hombre más alto salir del baño. Estaba tratando de reunir todos los pensamientos en su cabeza, sus sentimientos estaban tan mezclados en esta situación. Seonghwa lo había encerrado en un ataque de rabia, luego procedió a mostrar remordimiento y atender sus heridas, era un giro de 180 grados.

Después de un momento, Hongjoong drenó el agua sucia de la bañera, volviéndola a llenar con agua limpia. Luego comenzó a limpiarse, siendo extremadamente consciente de los puntos frescos en sus muñecas.

Una vez que terminó, volvió a drenar el agua, agarrando una toalla blanca del estante de metal al lado de la bañera mientras pisaba una alfombra de baño de lana. Envolviendo la toalla alrededor de su cintura, salió lentamente del baño, donde vio a Seonghwa sentado en su cama con un par de ropa a un lado de él.

El hombre más alto estaba encorvado, con la cabeza apoyada en sus manos mientras agarraba dos puños llenos de su cabello rubio con fuerza. Cuando Hongjoong se acercó, fue cuando escuchó un suave lloriqueo proveniente de Seonghwa. Hongjoong se pasmó ante este descubrimiento, el otro hombre realmente parecía arrepentido de toda la situación.