¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las gotas de la ducha resbalaban sobre su cuerpo lentamente, pasando sus castaños cabellos, su cuello, su clavícula, y no menos importante, sus brazos, los cuales hacían teñir el agua de rojo.
Las gotas teñidas caían a sus pies, viéndola sin sentimiento alguno acompañado de un cansado suspiro.
Ya era una costumbre de día a día.
¿Por qué siempre tenía que recaer?
No era fuerte, no podía ni siquiera hacer el intento de mejorar por él, algún momento en el día lo hacía sentirse enojado con si mismo ocasionando que se castigará de aquella manera. Podría estar tan acostumbrado pero siempre dolía como la primera vez, sentía que no podía más, simplemente quería estar en paz.
Quería mejorar pero no podía al menos dejar de estar fundido en su cama, ni siquiera lavarse los dientes, no podía al menos cepillar su cabello.
Era la primera vez en la semana que tomaba una ducha, fue su mayor intento en hacer algo.
¿Qué le pasó si era una persona positiva en la vida? Ahora deseaba nunca haber vivido, deseaba haberse quitado la vida desde hace muchos tiempo, deseaba encerrarse en su habitación y no salir nunca más.
Amo con todo su ser la vida, pero esta misma hizo que dejara de amarla.
O...tal vez solamente era tan mala persona como para que la naturaleza quiera que fuera feliz.
Paro la lluvia de la bañera, yéndose la sangre por la tubería dejando el piso manchado de rojizo. Al verse en el espejo solo vio el horror de persona que era, su estómago de revolvió ante la asquerosidad que se dió a si mismo.
Se vio bajado de peso...no había comido en...
Comida.
¿Acaba de pensar en comida?
¿En serio acaba de pensar en comida?
Minho sintió ardor de sus ojos al llenarse de lágrimas, sentía rabia de haber pensando en aquello.
- Idiota, idiota, idiota. ¡Eres un idiota! - Golpeó el espejo fuertemente rompiendolo.
Su cara estaba roja de enojo y del asco que sentía por el, se daba repulsión.
Con furia tomo un pedazo de vidrio que cayó del espejo sin importarle si se cortaba su mano, se tiró al piso desesperado y comenzó a hacer cortes por todos sus muslos.
Acababa de hacerlo hace unos minutos...
Minho sintió dolor y el como el ardor se hacía más y más fuerte.
¿Cómo podía ser tan idiota para pensar en comida?
- ¡Muerte, Minho! ¡Muerte, maldito obeso! - Se grito él mismo se tenía tanto odio.
- ¡Muerte! ¡Muerte! ¡Muerete, imbécil! ¡Nadie te necesita! ¡Hazle el favor a todo, maldita mierda!
Rápidamente soltó el vidrio al ver sus piernas nuevamente destruidas. Comenzó a temblar entrando en un llanto con gritos, se acostó sobre el piso manchandose con su propia sangre, sentía como las lágrimas quemaban su cara.
- ¡Minho deja de llorar o te hago llorar con razón! - Grito su padre desde afuera del baño.
Felix desde la puerta de su cuarto había escuchado todo el sufrimiento de su hermano, sabía que era su culpa, pero no sé disculparía, tal vez Minho era merecedor de aquello.
Y Minho... cayó desmayado en el piso de su baño.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
