01.Hello, my friend

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Eran apenas las 2 Am, un 21 de Julio de 2003, vi la fecha borrosa en mi auto, mis ojos estaban entrecerrados por el gran hematoma que yacía por mi ojo derecho, las luces de los demás autos me dificultaba el manejar pero no tenía de otra, llevaba manejando aproximadamente 4 horas y yo solo quería llegar a mi destino, casa de mis padres en San francisco, estaban enterados de lo que había pasado.

Di un gran trago a mi botella de vodka para después observar el retrovisor, Leo y Mara dormidos, eso era lo único que me reconfortaba, después de tanta mierda puedan estar tranquilos un momento, la conductora de radio se mantuvo en silencio hasta que empezó a sonar una canción muy conocida para mi y para la mayoría, One de Metallica.

Empecé a recordar los bellos momentos que pase con todos ellos, James, Lars, Cliff, Jason, Kirk...todavía recordaba siendo la pequeña adolescente que de vez en cuando prestaba su casa para los ensayos de la banda, ahora quien lo diría, son extremadamente famosos.

Perdí el contacto con ellos desde que me casé, mi esposo no quiso que me volviera a juntar con ellos, por obvias razones le hice caso, como pude ser tan imbecil.

—Mami, ya casi llegamos? —Salí de mi trance al escuchar la suave voz de Mara.

Voltee mi torso para verla con una pequeña sonrisa — Si cariño, estamos llegando, despierta con cuidado a tu hermano.

Detuve el auto donde sería la casa de mis padres, golpeé el claxon de mi auto un par de veces y mis padres salieron algo apurados, mis hijos bajaban del auto muy felices, yo solo me limité a observarlos, golpeé mi cabeza varias veces en el volante, mi respiración se volvió rápida, lagrimas salían de mis ojos, el dolor se apoderaba de mi cada segundo, tomaba mas vodka intentado disipar mi dolor.

Unos golpes en el vidrio del auto me sacaron de mi llanto, observé a mi madre preocupada, quité desesperadamente del cinturón y salí del auto, abrazando a mi madre como una niña pequeña.

Mi mamá tomo mi rostro entre sus manos — mira lo que te hizo ese maldito — dijo con la voz entrecortada, mientras volvía a abrazarme.

—¡Voy a ir con ese perro y le cortaré el pene! —mi padre se acercó a nosotros y nos abrazó al mismo tiempo, me separé de ellos limpiando mis lagrimas.

—no hace falta papá, el escapó y voy a tomar acciones legales, pero quiero pedirles por favor que cuiden a los niños mientras yo no estoy.

Mi madre me tomó de la mano —Quédate con nosotros hija, sabes que siempre eres bienvenida en esta casa, no queremos que divagues por ahí —sonreí levemente mientras negaba con la cabeza.

Los niños corrieron hacia mi y me abrazaron fuertemente, sentía que el corazón quería salirse de mi cuerpo«No te vayas Mami»

Tomé las llaves de mi coche y me subí de nuevo, aguanté mas lagrimas para no querer alarmar mas a nadie— Iré al hospital a revisarme y mañana empezaré a ver las mierdas legales, no se preocupen por mi.

Me despedí de mis padres desde lejos y de mis hijos, hablé con ellos en la carretera pero veó que aun así me extrañarán.

Muchas horas de manejo se venían por delante, agache un poco la cabeza para poder observar el amanecer por el parabrisas.

—Ahora mueva su muñeca lentamente en círculos por favor, dolerá un poco —una enfermera me ordenó, hice una mueca de dolor

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—Ahora mueva su muñeca lentamente en círculos por favor, dolerá un poco —una enfermera me ordenó, hice una mueca de dolor.

No sabía que hora era, pero estaba en el hospital de Los angeles y mis heridas estaban siendo atendidas, mientras un Agente estaba tomando apuntes de lo sucedido.

Un "Gracias" Salió del agente después de haber respondido todas sus preguntas, para por fin dejarme sola en la habitación del hospital, la habitación era tan blanca que podría darme dolor de cabeza, ademas que la luz no ayudaba en nada, fije mi mirada a mis brazos y comparé las cicatrices de mis antiguas autolesiones y las heridas de ahora.

Yo solo quería salir de esta mierda de alguna forma, no me juzgues.

Dejé lo que hacía cuando empezaron a tocar la puerta violentamente, yo no esperaba ninguna visita, pero me ganaba la curiosidad, o simplemente era una enfermera.

—Adelante.

Dije con un hilo de voz, la puerta se abría lentamente, pude esperar a cualquiera la verdad, pero no a la persona a la que creía que no volvería a ver jamas en la vida.

Aprecié unos Jeans y unos tenis negros,  mas una chaqueta de cuero algo grande, el frío era inmenso haya fuera, me detuve en su rostro, su piel morena y sus facciones maduras, que claramente se veían de un señor de 42 años, pero seguía siendo como el vino, y sus rizos negros un poco descoloridos llegaban a su pecho.

Me levanté de golpe — No puede ser...Kirk, que haces aquí?—El sonrió de oreja a oreja y se acercó a darme un fuerte abrazo, uno en el cual casi no me dejaba respirar —Kirk, sueltame —Digo con dificultad, el se separó de mi, empezó a analizar mi rostro muy cerca de mi.

Rió un poco — Estas mas Vieja Mills —hice un sonido con mi boca y lo empuje algo brusco.

Puse mis ojos en blanco— solo mírate las canas y veamos quien se ve mas viejo— A esto último el volvió a reírse, pero su semblante volvió a cambiar a uno mas serio unos segundos después.

—Tu madre me dijo donde estabas, vine lo mas rápido que pude, lamento mucho todo lo que te pasó—sonreí un poco y negué levemente la cabeza.

—Las cosas suelen pasar por algo, me lo gané, fui una estupida al perdonarlo tantas veces y segarme de su actitud, mírame como me dejó—empecé a llorar un poco, Kirk me abrazó y me dió un beso en la mejilla, al separarse de mi me dió un papel.

—Ya puedes darte de baja del hospital, solo quieren tu firma y listo, tu vendrás conmigo a tu nuevo hogar—A esto ultimo lo miré con extrañeza.

Me crucé de brazos y me acerqué a el —De que hablas Hammett?—El sonrió.

—Vivirás conmigo y con Lani, no tienes otra opción, ademas tu madre no estaría tranquila si te dejara haya afuera con ese hombre suelto—Hice un gesto de rendición y firmé el documento, empecé a guardar mis cosas hasta que recordé a Lani —Lo hablaste con Lani?

—No tuve tiempo, Ademas ella fue de vacaciones con su familia en Hawái, Nos estamos dando un tiempo— Sonó desanimado, había escuchado ciertas cosas en Los noticieros de su relación con Lani.

—Creo que en vez de escapar el uno con el otro, deben de enfrentar sus problemas —Un silencio incomodo se hizo en la habitación, hasta que tocaron la puerta, una enfermera entró en la habitación.

—Señorita Sinclair, ya firmó el documento?—Asentí y le di el papel, la enfermera sonrió y se fue de la habitación, Kirk tomó mis maletas y salió de la habitación para darme la privacidad de cambiarme.

Ya no soy Millicent Berkshire, Soy de nuevo Millicent Sinclair.

𝙃𝙚𝙡𝙥𝙡𝙚𝙨𝙨|Kirk HammetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora