afuera y dentro de camaras [✔] (Yankee y tú)

capítulo 178

< Mis vecinos se mueren con esta broma >

Narra Emma:

Justamente vengo entrando al depa de Fede en cuál está el susodicho, Carlitos y un oso de peluche gigante.

Yo: ¿Es tuyo?

Fede: ¿El qué?

Yo: El peluche - me acerque a este - Uy y tiene una carta

Fede: De hecho lo mando un fan para ti, lee la carta

Yo: ¿Mío? - tome la carta y me senté en el sillón -

Apenas iba abriendo la carta cuando el brazo del oso se movió, me pare rápido del sillón mientras gritaba.

Yo: ¡Hijo de puta! - me agarre el pecho - Casi me da un paro cardíaco - toque mi frente mientras Carlitos y Fede se reían - ¿Quién hizo que se moviera?

Mike: Yo - dijo mientras salía del oso -

Yo: ¡Que hijos de puta! - me reí mientras Fede grababa -

•••

Fede: Amigos, siguiente víctima Yankee

Fede fue a abrir la puerta mientras Alex y yo estábamos en la mesa viendo nuestros celulares.

Fede: ¿Por qué venís corriendo? - Alan entro y nos saludo -

Carlitos: Está perra - chocaron las manos -

Yo: Hola mi niño - beso mi mejilla y se acercó al oso -

Carlitos: Hay alguien adentro - no le importo y aún así se acercó al oso -

Mike se movió haciendo que Alan se asustara y nosotros nos rieramos.

Fede: Puta madre boludo, ¿Por qué te diste cuenta pendejo?

Yankee: Porque aquí está roto

Fede: Bueno tú porque siempre te das cuenta pendejo - Alan le saco el dedo de enmedio - Pero vamos a llamar a los piculines

Yankee: Además es que también es muy obvio porque hay un oso de peluche gigante en un lugar que nunca hemos visto y más sospechoso pues o sea

Fede: Me la trajo una fan supuestamente

Yankee: No pues que bonita fan

Los siguientes que se asustaron fueron Piculin Y Galletita, el siguiente fue Guarura el cual no se asusto. El último fue Piculinsito el cual no solo se asusto sino también lloro.

Luego todos nos pusimos a jugar con el peluche y Fede dejo de grabar.

•••

Dos días después...

Los cazamisterios y la vecibanda estábamos en el depa de Fede ya que grabaríamos chiste y usaríamos pistolas para lanzar balas de juguete por si no nos reímos.