𝑅𝑒𝑦

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Manejaron por un rato a través de la gran utopía, para Guillermo todo eso están tan espectacular, tan nuevo, todo parecía sacado de sus más locos sueños.

Llegamos —aviso Angél, a lo que los tres bajaron de el flotter —

Wow, es un castillo enorme — dijo Memo asombrado ante la arquitectura de ese nuevo lugar —

Si lo es — sonrió Lionel mirando al más alto —

Es lindo — dijo Angél molestando al más bajo —

Claro el castillo es la demostración más grande de nuestra arquitectura por algo — respondió Lionel —

No hablo de el rizado de rara procedencia — dijo Angél —

Pues no lo sé, no lo conozco bien — dijo Lio —

Angél iba a responder hasta que algo más llamó su atención.

Aquí estas hijo mio — llamo el rey, el cual era un hombre muy diferente a Lio, tenía la piel amarilla, ojos azules, y una característica gema morada incrustada en su frente—

Hola padre — sonrió Lionel —

¿Su padre es el rey? — pregunto Guillermo en voz baja —

Si durak, eres muy bueno analizando — Contesto Angél con sarcasmo — ¿Qué también quieres saber la razón de por qué tengo picos en la espalda? — pregunto Angél —

No perdón — Contesto Guillermo —

Pues te lo pierdes yo pensaba decirte — completo Angél —

Por lo que puedo observar traen al perdido con ustedes — observo el rey —

Tal y como usted pidió — sonrió Angel —

Diagnóstico por favor — pidió el rey —

Según las revisiones el producto no presenta una amenaza, consta de una piel sensible, huesos fuertes, nada de poder mental, pero si consta de razonamiento, la estructura de sus huesos es fuerte, y carece de habilidades como la de nosotros en todos sus tipos, aparte de una forma cerebral distinta — explicó Angél entregándole el papel al rey —

Perfecto Angél — sonrió el rey — ¿De donde vienes chico? — pregunto este —

Bueno yo vengo de la tierra, mi nombre es Guillermo y soy astronauta, estaba en una misión con mi compañero en el espacio hasta que la nave fallo y caí aquí — explicó Guillermo —

Oh como lo siento — Dijo el rey —

Seguro para todos yo estoy muerto así que no tengo a donde ir — río Guillermo tristemente —

No creo que no sepas como regresar — dijo el rey incrédulamente —

No en realidad no lo se — Contesto Guillermo —

Entonces ¿nunca oíste hablar de Francisco Ochoa? —
pregunto el rey —

¿Mi padre? — pregunto Guillermo —

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En la tierra Hirving había regresado de su misión "fallida" completamente destrozado por no poder hacer nada para salvar a Memo.

No el no puede haber muerto — dijo Hirving con dificultad mientras lloraba —

Si es muy triste — dijo el teniente Martino —

Por que no pude hacer nada — se recriminó Hirving —

No diga eso señor Lozano, al fin de el día el ya no esta con nosotros — dijo este — Aunque debió ser muy horrorosa su muerte, no sabemos cuanto sufrió el pobre, pero al final de todo, no es tu culpa — completo este —

Aunque de todas las palabras que el hombre dijo la palabra "culpa" fue la que más le resonó a Hirving.

Bueno te dejo para que descanses — dijo este con tristeza falsa, para luego de cerrar la puerta sonreír —

Señor — llamo Carlos —

Ay contigo Acevedo — Contesto Martino molesto —

¿Qué pasa si se entera? ese maldito loco no dudará ni un momento en volver por su amigo el lo adora — pregunto Carlos —

No me preocupa, como tu dices el adoraba a su amigo, la culpa lo ira matando, hasta que enloquecera — río este —

Gran plan señor — sonrió Carlos — Pero nunca entendí que ganamos con perder a Guillermo en un planeta desconocido — dijo este —

Bueno, te lo contaré — dijo este — hace unos años el mismo hombre que me hizo esta cicatriz fue el mismo que me dio la clave para salvar el mundo — explicó este —

Entonces si es así por que no mejor se lo dijo, si es para algo bueno no dudo hubiera cooperado — dijo Carlos —

Imbecil, sabes que pasa cuando alguien promete que va a salvar al mundo, se vuelve un dios — dijo este — No dudo todo el mundo se arrodille a mis pies cuando sepan que soy el causante de su salvación — completo Martino —

Ya entiendo — dijo Carlos — ¿Pero de que sirve Ochoa? — pregunto Acevedo —

Ochoa es el maldito hijo de Francisco Ochoa, lo necesitamos para iniciar con el plan — Contesto el viejo ya harto de las preguntas de el chico — Ahora no preguntes más y obedece — completo Martino —

Dígame que debo hacer — dijo Carlos —

Activa una de las naves necesitamos ir por Ochoa — ordenó Martino para irse —

Sin saber que alguien los había escuchado...

Hirving despierta — pidió el enfermero Alvarez —

Mhm ¿que paso? — pregunto Hirving adormilado —

Necesitas ir por Memo, el esta vivo, y si no lo salvas el general Martino le hará daño, no solo a él sino al mundo necesitas volver a el hoyo negro que dijiste que se lo trago — Advirtió Edson —

Espera un poco creo que todavía tengo algo de morfina en el sistema — dijo Hirving —

No es broma ahora levántate — ordenó Edson —

No te creo, que ganaría el general, era el mejor amigo de el padre de Guillermo, se encargo de la educación de Memo desde que sus padres murieron ahora mismo esta muy triste por — dijo Hirving a medias —

Oye esto si no me crees — dijo Edson sacando su teléfono mostrando la grabación —

No puede ser, maldito viejo — dijo Hirving con enojo —

Ahora ve, yo soy enfermero no se donde están las naves pero supongo que tu si — dijo Edson —

Claro gracias Edson — sonrio Hirving corriendo hasta las salas de las naves —

A ver a ver — decía ansiosamente Lozano hasta que activo una llamando la atención de los guardias —

Ay no — fue lo último que pudo decir Lozano, cuando vio como toda la seguridad de la instalación entraba —

Apúrate nave por favor — pedia Lozano —

Detenganlo enloqueció — ordenó Martino —

Hasta que al fin pareció que la suerte le favorecía a la Lozano, ya que la nave se activo por completo.

Ahora si como diría mi abuela gracias virgencita — dijo Hirving mientras pilotaba la nave—

Tu esperame Memo ya voy por ti — dijo Hirving —

Maldita sea — dijo Martino —

¿Ahora que hacemos señor? — pregunto Acevedo —

Pues tu que crees imbecil ¡Seguirlo activa una maldita nave! ¡lleva tropas!— respondió este —

Pero a quienes señor no creo acepten yo creo seria mej— dijo este a medias siendo interrumpido —

¡Pues amenazalos! ¡Yo que se pero no volveré a perder! — ordenó este —

Enseguida — respondió Acevedo rápidamente —

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𝐋𝐨𝐬𝐭 𝐢𝐧 𝐭𝐡𝐞 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐢𝐭𝐲 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora