~Lion El' Johnson~
Fue totalmente un pensamiento intrusivo apenas tuve noticias de Perturabo, del tipo de poder que goza, el odio que le rodea en su torre, las barbaridades crudas e inhumanas que sus hijos han cometido, la última vez que tuvimos una conversación y tomé una decisión a solas con él en el cuarto.
En cada instante de relativo descanso mental se me venía a la mente el mero asunto. Joder no. Los dedos en mi sien delataba lo que el rencor y la rabia no me permitía pensar claramente, buscaba enterrar profundamente las consecuencias de ese mero recuerdo. Sin interesarme si la irá y la decepción iba para contra mí mismo o solo contra mi hermano, solo sabía qué...
Todavía puedo recordar perfectamente las palabras que utilizó conmigo:
—Sé exactamente cómo se siente que subestimen lo que realmente uno puede realizar, no reconocer la calidad de guerrero y confidente frente tuyo.
—¿Qué te hace pensar que tú sí conmigo? Ambos hacemos lo mismo, métete en tus asuntos.
— ¿Seguro de eso, hermano? Esencialmente hacemos lo mismo, pero ahora más que nunca nuestras diferencias demostrarán lo que realmente podemos hacer por el imperio.
—No puedo saber si estás aquí para traicionarme o no. — Perturabo tranquilamente apuntó arriba.
—Lion, sé perfectamente que tu mirada no es lo único que me asecha, este salón está repleto de armas listas para detonar si pones una mala cara conmigo.
—No ganas nada con saberlo y mucho menos con hacerme saber qué lo sabes, ambos perdemos el tiempo.
—Entonces al grano, Horus ha perdido los estribos pero eso ya lo sabes.
—Eso solo prueba que tenía razón con que nunca debió ser nombrado cómo El Señor de la Guerra.
— En su ceremonia de nombramiento pensé exactamente lo mismo.
—No fuimos los únicos y aún así Padre...— Su mano tocó mi hombro y yo alcé mi gesto.
—Otro error suyo que costó mucho. Yo estoy de tu lado, hermano. — Me recargué en mi escritorio de golpe y un crujido sonó y levanté la mano para detener los gatillos mientras mi hermano tomó mis dos manos y acercando un gesto tan terriblemente serio que incluso le daba seguimiento al mío fue que le interrumpí.
—Querrás decir que estás del lado del Imperio.
— Creo que no estás entendiendo...siempre pensé en ti como el Señor de la Guerra. — Esa declaración me estremeció. — Estoy harto de que mis pensamientos tampoco se tomen en cuenta, si juntos derrocamos el juego de Horus, van a escucharte, habrá un nuevo Señor de la Guerra, firme, valeroso y glorioso solo como tú quieras que fuera, yo te apoyaré para ello, me tienes para ti con la exclusividad de que seré el primero en ayudarte si todavía no les parece adecuado ese título para ti.
—Yo...
—¿No estás cansandote de esta locura Lion? Más secretos que guardar, más peleas que soportar que nadie sabrá y nadie reconocerá. No ¡Ya no más! — Me solté de él y me recargué en mi asiento un momento.
—Tambien estoy cansandome de la tortura que eso implica...
—Ya no quiero pelear sus luchas más sucias a cambio de un trato injusto, si decides aliarte conmigo...nos daremos alivio de eso.
—Tus ejércitos están desequilibrados hermano, ¿Qué necesitas?
—Para acabar lo más rápido posible con esto necesitaré asediar dónde sea que Horus se encuentre, sin importar si está solo o no. — No abandonamos nuestro contacto visual, no parecía ansioso, parecía bastante firme y serio.
—Tengo equipo de asedio que con solo verlo sé que te fascinará. Pero reafirmarme de nuevo... — Bien que me captó. No esperó para recargar sus manos en mi escritorio, se inclinó a mí y por primera vez desvié un instante la mirada, perdí la noción del león acechador por un mero instante y fuí algo que no conocí.
—A cambio de la nobleza de tu consideración en esto, prometo apoyarte para que alcances el papel que mereces en el imperio, seré el primero en estar contigo cuando el momento llegue, no me importa lo que piensen otros hermanos nuestros. — Me di cuenta que nunca había estado el tiempo suficiente tan cerca de Perturabo para saber lo firme que podía ser en su personalidad y declaraciones si lo quería, tenerlo conmigo podría ser todo un az bajo la manga. Me levanté de dónde estaba para mirarlo al rostro.
— Entonces acepto, quédate conmigo y dejaremos que todos vean lo mal que está subestimar el silencio de alguien. — Sonrió levemente en cómplicidad mía.
—No solo eso hermano, habrá mucho más que eso, verás que sí.
Eso también fue mentira...
[•••]
Golpeé de furia la mesa frente a mí al ponerme de pie.
Aquí estoy, afectado, traicionado y ridiculizado sin casi reconocer esta apariencia en mi reflejo. Es tanta la vergüenza que me rodea por haberme dejado llevar por unas palabras tan dulces y complacientes que simplemente no puedo platicarlo con nadie, sería una puta locura tan grande hablarlo que ni siquiera puedo imaginar que mi noble hermano Sanguinious, que espero descanse con gloria, ni siquiera él estaría dispuesto a no sentir vergüenza por mí de oírlo. Fuí engañado como un niño frente a un dulce, me enredé tan fácil que lo confundí con un abrazo, pero que tonto, tonto, tonto.
—Carajo. — Expresé antes de dar un respiro y tranquilizarme antes de dejarme llevar de nuevo.
Miré el escudo de mi Padre y me apoyé en él un momento dispuesto a no dejar mi existencia seguir pasando con esa memoria a cuestas, lo nuestro se ha vuelto personal y mi hermano enfrentará las consecuencias por ello, yo soy sus consecuencias, prometo buscarlo, ejecutarlo y esconder todo lo que alguna vez me prometió tan bien como las palabras que me llevaron a darle todo lo que quiso por llenarme los oídos de miel. En cada golpe no dejará de darle vueltas un dolor equiparable, no me interesa si están llenos de rencor, fui objeto se sus intenciones traicioneras, lo nuestro ya es personal y no habrá mentiras que lo salven de ello.
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Drabbles de Primarcas Warhammer 40k
FanfictionTodos los drabbles aquí son meramente pequeñas redacciones de shipps de Primarcas, no hay shippeos en específico ni tienen relación unas historias con otras, simplemente existen y ahí están, pasenle a lo barrido.