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Era una fría noche de febrero de 1956, un Hoseok de 64 años y cabello castaño se encontraba en el bosque cercano a la ciudad sobre un árbol apreciando las pocas estrellas que se veían, eran preciosas.

El pequeño castaño amaba la soledad de aquel bosque, era bastante tranquilo. O eso era casi siempre, ya que unos extraños gritos perturbaron su tranquilidad, eran gritos de auxilio y bastante ahogados, parecía que quién pedía ayuda se estaba quedando sin aire.

Bajó la mirada y encontró a un chico corriendo de lo que parecía ser un hombre borracho con algo en la mano, probablemente una botella rota.

– ¡Ayuda! –La voz del chico salía demasiado ahogada, estaba desesperado y el miedo lo carcomía, y todo fue aún peor cuando su pie tropezó con una roca y cayó al piso, quedando completamente indefenso ante el hombre que lo perseguía.

– ¡Maldito marica! ¡El mundo no necesita más afeminados como tú! –Grito el hombre tomando una pequeña piedra que había en el suelo y lanzándose la al chico a la cara, lastimando su mejilla derecha.

Hoseok no podía quedarse de brazos cruzados viendo como un hombre con una notable homofobia lastimaba a alguien que no le hacía daño a nadie, por lo que decidió interferir.

El hombre, que ahora se encontraba sobre el chico, estaba a punto de encajar la botella rota en el estómago del chico, el cual, con lágrimas en los ojos y un notable pánico le pedía piedad, lo que no se espero el hombre fue que alguien tomara su mano fuertemente.

– ¿Y tú quien mierda eres? ¿Eres su novio acaso? –Miró al vampiro con cara de asco– A ti se te nota lo marica, igual que a él...

– Lárgate de aquí y deja al chico en paz si quieres volver sano y salvo a casa, no me haré responsable de lo que te ocurra si me haces enojar... –Su tono de voz fue firme y se notaba molesto, lamentablemente el hombre estaba muy borracho como para intentar razonar con él.

– A ver mariquita... ¿Qué vas a hacer tú para defender al idiota este de mí? ¿Me vas a rociar perfume en los ojos acaso? –Soltó una risa enfermiza que hizo a Hoseok sentir su horrible olor a alcohol.

El hombre trato de golpearlo, pero el vampiro, ya harto de la situación, en un movimiento rápido tomo aquella botella de vidrio rota que poseía el hombre y la encajo en su cuello, viendo la gran cantidad de sangre que salía de su cuello y lamiendo las salpicaduras de esta que le caía en la cara.

– ¿Estás bien? –Miró al chico que aún estaba en el piso y con lágrimas en sus ojos– ¿Desde donde te estaba persiguiendo? Te notas cansado...

– E-estoy bien... Gracias... –Trataba de recuperar el aire, le era un esfuerzo muy grande correr debido a su enfermedad, y realmente había corrido demasiado, incluso más de lo que le recomendaban hacerlo–

– Realmente me desagradan los tipos como él, ¿Sabes? –Se sentó al lado del chico el cual lo miró de reojo

– ¿En verdad?

– Sí, me dan asco...

– Es extraño, casi siempre es al revés...

– ¿Te tienen asco a ti por tus gustos, verdad? –El chico asintió y con algo de miedo recostó su cabeza en el hombro de Hoseok.

– ¿Cómo te llamas? –Miró al castaño y vió como sonreía dejando ver unos colmillos bastante largos, sabía que era un vampiro, pedo no quería preguntarle por eso.

– Seok, Jung Hoseok, pero puedes llamarme simplemente Hoseok

– Es un gusto, Hoseok –Le dedicó una cálida sonrisa al castaño que, por algún motivo, le inspiraba bastante confianza.

Bloody Prince 🩸Hopega🩸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora