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La fría noche me ha dicho hola.

Ella guardara mi secreto, las nubes encubrirán mis actos, estoy listo.

Me has dicho que te encantan mis labios, que has soñado con comértelos a besos. A mi también me encantan tus labios yo también he soñado con tus labios, pero no besándolos, sueño con tus labios, esos hermosos labios carnosos, dejando salir los gritos de dolor, esos hermosos labios carnosos llenos de sangre, tu sangre.


Roja, roja como el deseo que arde en mi interior.

Dijiste que esta noche íbamos a gozar.

Por supuesto que gozare.


Gozare sintiendo mis manos apretar tu cuello. Mis piernas pateando tu cuerpo, haciéndote sufrir, mientras que con tus manos intentas inútilmente cubrirte.

No lo conseguirás, amor. Voy a acabar contigo esta noche.

Me has dicho que es hora de irnos. Estoy listo.

Muy listo.


El carro ha arrancado, dices que te encanta el rugir del motor.

Y sonrió.


Hemos llegado

Estas impaciente. Tus hermosos labios rojos se han estampado con los míos.

Nuestros cuerpos se están moviendo en sincronía. Intentas quitarme la ropa, tus uñas largas acarician mi espalda. Sabes que es mi punto débil y te estas aprovechando de él.


Me estas causando placer, pero no es lo suficiente como el que yo he planeado.

Mis manos suben hasta tu cuello y lo acaricio. Sé que te encanta que te acaricien el cuello, sé que es tu punto débil, pues te tengo una sorpresa, también es mi punto débil.


Ejerzo presión y tú te tensas, no te gusta que te hagan daño, me lo has dicho en varias ocasiones, no desde aquella vez...

Intentas alejarte, pero no te dejo. Tus ojos se han abierto completamente y sé que, por tu expresión, has descubierto mis intenciones.


Tu cuerpo ha comenzado a temblar, mientras los bellos de tus brazos se erizan. Siento tu respiración y tu ritmo cardíaco acelerarse. Forcejeas contra mí. Quieres escapar de mí. No lo permito.


Con toda mi fuerza estampo tu cuerpo contra la pared, sé que te he lastimado, tu grito de dolor no hace más que confirmarlo, más que avivar esta llama de placer que en estos momentos estoy sintiendo. Que me tiene extasiado de placer

Intentas alejarte de la pared, quieres alejarte del dolor, pero no puedes, yo me he encargado de eso. Sé que cada movimiento que haces, es una encajada más de esos objetos filosos, lo sé, yo mismo me he encargado de tener todo en orden, no quiero que tu hermosa muerte tenga alguna falla, esta es tu casa del dolor, yo la he hecho especialmente para ti. Espero y la disfrutes.


Golpes, golpes y más golpes, eso es lo único que estas sintiendo. Necesito tenerte débil, amor. Necesito que estés más quieta.


Ya no puedes mantenerte de pie, con un último golpe a tu mejilla te dejo caer desmayada. Cargo tu cuerpo y lo acuesto en la cama. Con tus manos y piernas amarradas, te dejo sola por un momento. Necesito el alcohol para despertarte.

Me alejo de tu lado y voy hacia el baño, sé que allí está el alcohol y algodón, junto a la navaja.


Regreso hacia ti. Veo tu rostro con esos hermosos hematomas formándose, todo un arte.


Me acerco a tu cuerpo, que en estos momentos está desnudo y con mi navaja comienzo a acariciarla. Pequeñas gotas de sangre salen de esa pequeña línea que estoy marcando en tu cuerpo.


Y gritas.


Las caricias de mi navaja te han despertado, me suplicas que te deje en paz, que te deje vivir, pero yo no quiero. Yo quiero que sientas las caricias que mi navaja te quiere dar.

Comienzo a jugar contigo, con tu cuerpo, dejando las marcas del arte.

Te he convertido en arte, mis manos se han manchado de tu pintura, la habitación se ha convertido en el escenario perfecto para que puedan apreciarte.


Soy el artista y tú has sido mi primera obra.

El juego del asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora