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"... ayuda para encontrar al joven luzu..., la última vez visto fue en su hogar a las nueve de la noche. se le pide a los locales informar a las autoridades si..."
quackity apagó la tv cuando su cabeza comenzó a doler.
ver su rostro en televisión sólo le entristecia más. recibía llamadas y mensajes a diario de parte de sus amigos, hasta los familiares de su pareja. leía su nombre y el vacío dentro de el crecía más.
miró el ventanal hacia el exterior y, diablos, comenzaría a llorar de nuevo. su vista se nubló mientras su labio inferior comenzaba a temblar, extrañaba a luzu hasta la muerte. desde entonces se abrazaba a sí mismo y mantenía en su mente que nada de esto sucedió, sólo fue un mal momento, porque luzu no era igual a sus anteriores parejas, fue especial.
unos pasos fuertes se escucharon bajar los escalones, quackity se limpió las lágrimas rápidamente y fingió leer alguna revista.
─llegaré algo tarde quackity, si saldrás por favor llamame.
el bajito asintió hacia las palabras de su progenitor.
─¿otra vez llorando?─el adulto levantó su rostro retirando las lágrimas en sus pómulos ─, sabes que no me gusta verte así.
quackity sonrió negando ─ esta bien papá, ya lo superare.
─ muy bien.
su padre se inclino hasta quedar a la altura de su hijo, acomodo los cabellos rebeldes mañaneros detrás de su oreja, en cambio el menor solo sonreía.
─sabes que hago todo esto por tu bien, ¿no?─quackity asintió frenético ─ no quiero perder a mi único y preciado hijo ─ se incorporó.
─yo igual te amo─mostró sus dientes.
el adulto convencido camino hasta la entrada de su hogar con una maleta en su mano izquierda y una chaqueta en la derecha. en una pequeña mesa cerca de la ventana ya hacía el arma que portaba esa noche el hombre, la colocó dentro de la bolsa de cuero y volteo hacia el menor.
─ no dejaré que nadie te aleje de mí quackity.
este sonrió ─ no me iré jamás.
con eso el hombre salió de su hogar con una sonrisa y el ambiente se volvió silencioso.
una vez que paso el tiempo quackity se levantó del sofá para salir a la terraza, camino descalso sobre el césped hasta llegar a una zona sin vegetación. miró una y otra vez su nombre tallado en la madera, ni siquiera podía pensar que el amor de su vida estaba bajo tierra, ni siquiera podía pensar que habían más lápidas a su alrededor.
quackity se recostó a lo extenso del césped tocando la madera y llorando desolado mientras susurraba incoherencias. no podría dejar de llorar, ni aunque él próximo estuviera enterrado.
nunca amo a nadie como amo a luzu.
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