A Mom For Now | Km

♡⁠˖ 00: Sweet Look

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« Sweet look »

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Hace cuatro meses
Jungkook.

La dulce mirada del bebé hacía que su corazón se sintiera cálido. Un sentimiento de inexplicable llenando todo su ser. El pequeño cachorrito lo miraba con los ojos muy abiertos, aferrándose al dedo pulgar de su padre.

Jungkook no podía articular alguna palabra. Aún no asimilaba tener a una criatura en sus brazos. Tan solo el día anterior era un alfa sin preocupaciones, concentrado en su trabajo y ahora estaba con un bebé.

Tenía un hijo.

-¿No dirás nada? -preguntó la persona que estaba sentada a su lado.

Jungkook levantó la mirada y lo vio. Sentía rabia y confusión.

-¿Por qué? -dijo con voz seria. Su aroma a tierra mojada comenzaba a tornarse agria-. ¿Por qué ahora?

-No vengo a dar explicaciones, Jungkook.

El alfa frunció su ceño, gruñendo. El cachorro comenzó a quejarse en los brazos de su padre.

-Necesito explicaciones, JiYeong. Acabo de enterarme que tengo un hijo ¡Y apenas sé de su existencia! ¡Mierda!

-¡¿Y qué querías que haga, eh?! -gritó el omega, totalmente enojado.

El cachorro comenzó a llorar. El ambiente se sentía tenso, amargo, triste. La combinación de feromonas lo estaban alterando.

Jungkook apretó su mandíbula mirando a su hijo. Aunque tenía dudas sobre él. Se tranquilizó para calmar al bebé que tenía en brazos. Lo meció despacio y soltó su aroma para cesar su llanto.

-¿Es mi hijo? -preguntó de la manera más serena posible.

-¿No crees que sea tuyo? ¿Te das cuenta con quién estás hablando?

-Sí. Por eso te lo pregunto, JiYeong. ¿Es mi hijo?

El omega bajó la mirada y soltó un suspiro.

-Haz una prueba de ADN y lo podrás comprobar. Es tu hijo.

Jungkook mordió sus labios y miró de nuevo al cachorrito que estaba luchando con tener sus ojos abiertos. Sus labiecitos estaban entreabiertos, se sentía relajado con el aroma del alfa.

-¿Cómo se llama? -preguntó luego de un largo silencio. Acarició la mejilla del bebé, era tan pequeñito.

-Woobin. Apenas tiene un mes.

-¿Tiene algún control médico?

JiYeong se quedó callado sin responder a la pregunta. En realidad, desde que se enteró que había quedado embarazado sintió rechazo ante la criatura que se estaba formando en su vientre. Tenía los meses avanzados como para deshacerse de él.

-No.

Jungkook soltó un suspiro pesado. De alguna manera, Woobin hacía que su cuerpo volviera a la tranquilidad. Un pequeña presión en el pecho le decía que ese cachorrito sí era suyo.

-Bien -dijo-. No estarás solo. A partir de ahora tendrás mi apoyo. Lo criaremos juntos. Por él, por Woobin.

-No.

-¿Qué?

-No haré esto, Jungkook.

-¿Qué estás tratando de decir? -preguntó. Aunque muy en el fondo ya sabía la respuesta.

-Yo... No lo quiero. No quiero tener un carga en mi vida. No quiero tener a ese niño.

El alfa nuevamente comenzó a soltar un aroma agrio. ¿Cómo podía referirse así de su hijo? Él no tenía la culpa de nada.

-Es nuestro hijo, JiYeong. Nuestro. No una carga. ¿Qué mierda estás hablando?

-Yo no pedí embarazarme.

-Y yo no pedí ser padre, pero me voy a hacer cargo.

-Yo solo vine para esto, Jeon. No voy a discutir más. Suficiente he tenido estos meses, no voy a soportar más ahora que ya nació. Quiero mi vida como siempre ha sido; y un bebé no vendrá a impedírmelo.

JiYeong se levantó de sofá ante la atenta mirada furiosa de Jungkook. Observó una vez más a su hijo y caminó hacia la salida de la casa.

-JiYeong -llamó el alfa.

No recibió respuesta.

-¡JiYeong!

Pero ya no podía hacer nada. El omega se había ido y lo había dejado con el cachorrito en brazos. Sus ojos comenzaron a cristalizarse, no porque ahora estaría solo en esto sino porque sabía que Woobin necesitaría mucho de su padre omega.

Las lágrimas resbalaban por sus mejillas. Sentía dolor. Se aferró a su bebé, apegándolo a su pecho mientras acariciaba su cabecita y espalda. Cerró sus ojos mientras dejaba un beso en la frente del cachorro.

Ahora solo eran ellos dos. Una familia. Y lucharía para llenarlo de amor.

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Hace cuatro meses
Jimin.

El llanto no cesaba en la habitación de hospital. Su corazón dolía, un pedacito de él había sido arrebatado por la muerte.

El cachorrito de Jimin no habia resistido a la amenaza de aborto. Si tan solo no hubiera discutido con su alfa. Si tan solo hubiera hecho las cosas bien.

Él anhelaba tanto tenerlo en sus brazos, acariciarlo y llenarlo de amor. Quería que todo fuera una pesadilla de mal gusto, que su bebé estaba bien y que tendría que esperar unos meses más para por fin conocerlo.

Aunque su mejor amigo trataba de calmarlo, no podía. El dolor que sentía era inmenso. Simplemente no podía, sentía que todo se desmoronaba.

¿Acaso no podía ser feliz? Él no le hacía daño a nadie. Entonces, ¿por qué le tiene que pasar esto?

-Jiminnie, cálmate, por favor -dijo Taehyung abrazándolo-. No estás solo, ¿si? Lo superaremos juntos. Estaré aquí para ti. Por favor, ya no llores.

Taehyung también retenía las lágrimas que amenazaban con salir. Tenía que ser un omega fuerte para apoyar su amigo. Le dolía verlo así.

-N-No puedo -dijo Jimin entre llantos-. Me duele, Tae. Quiero a mi cachorrito. Por favor, trae a mi bebé.

Lágrimas silenciosas mojaron su mejilla. Abrazó más a Jimin y besó su cabeza repetidas veces.

-Arrocito ahora es una estrellita. Tu estrellita, Jiminnie -susurró.

-Mi a-alfa... ¿D-Dónde... Dónde está mi alfa?

Taehyung apretó los ojos. Una presión más se instaló en su pecho. El alfa de Jimin se había ido, lo había dejado.

Soltó su aroma cuando le dijo la noticia al omega. Nuevamente, la habitación se había llenado de llantos. Jimin no podía calmarse. Se sentía solo, ya no tenía a nadie.

Las enfermeras tuvieron que intervenir. Jimin no podía continuar así, le inyectaron un calmante que lo hizo dormir en segundos. Con ayuda de Taehyung, lo acostaron en la camilla. Sus rostro estaba hinchado y rojo, una lágrima resbalaba por la comisura de sus ojos.

Los lobos de un omega y un alfa estaban sufriendo ese mismo día. Jungkook con un cachorro en su vida sin su padre omega. Y Jimin con la ausencia de su bebé.

Dos dolores diferentes, pero que acabarán siendo su destino.