quizás

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Ahora Wally y Barnaby se encontraban en dirección a casa de Sally, una estrella caída del cielo...

Extraño, pero ya qué.

Los dos "amigos" se adentraron en el jardín de la estrella, Wally se acercó a la puerta y dió dos golpes a la está.

- ¿Sally? - preguntó el pequeño. Rápidamente la puerta fue abierta.

- ¡Wally! - la marioneta de estrella se emociono al ver a el otro, y ignorando la presencia de Barnaby. - ¡Que bueno que veniste! ¿Que dijo el amargado? - expresó en un más de emociones.

- pues... - dijo llevando se la mamo al hombro, desilusionando a la estrella. - ¡Acepto! - exclamó Wally con euforia, ambos empezaron a dar pequeños saltitos. Celebrando su victoria.

Barnaby solo rió al verlos, pegandose un buen susto cuando escucho los chillidos emocionados de los más bajos.

- ¡Entonces será espectacular, Wally y Sally, juntos en una grandiosa obra de teatro!. - expuso de forma teatral, mientras abrazaba a Wally con un brazo.

- ¡Y Barnaby también! - un aura a estar ya actuando en la obra. Barnaby por su parte se sorprendió y Sally no le puso mucha importancia...

Hasta que se percato de lo que había dicho el menor.

- ¡Y Barnaby tambié-! ¿Barnaby? - Sally no lo dijo con mala intención, simplemente no creía que Barnaby era una buena opción para el teatro, pero si para la comedia. Además si Barnaby estaba, Wally no prestaba atención y se distraía con facilidad gracias a que cierto canino azul lo hacía reír mucho con sus bromas.

- ¿Yo? - preguntó Barnaby con mucha duda, no sabía que el pequeño lo uniría al teatro.

- pues claro. - dijo Wally, ahí es donde la estrella se percato de la presencia de Barnaby.

- ¡Barnaby! Disculpa mi descortesía. - exclamó con euforia y vergüenza. - no es propio en mi ser así de vulgar. - con una mano en la frente y de una forma teatral, así es como se expreso.

- no, no te preocupes. - dijo Barnaby con una gran sonrisa y llena de amabilidad.

...

- ¡Esto es injusto! - el extraño espectro grito, hacía su compañero.

- ¡No puedo hacer nada, son las reglas! - respondió a gritos con gallos. - ¡Ni tú, ni yo, podemos hacer algo!... Entiéndelo Julie... - grito, ambos no estaban nada de acuerdo con lo que iban a hacer.

- odio esto. - murmullo de forma pesada.

...

- Julie, ¿Tu sabes que es ésto verdad? - preguntó con nerviosismo en sus palabras, al ver la reacción de la marioneta, sintió una presión en el pecho. Lo que fuera que sea esto, es muy malo.

- desgraciadamente, se que es ésto. - afirmó seriamente. No había ni un solo rastro de alegría en su ser. - dime, Frank ¿Dónde encontraste ese libro?

No estaban de juegos, ni bromas ni risas. Nunca había presenciado tanta seriedad.

- lo encontré cerca de Home. Quizás tenga algo que ver con él. -

- mucho más de lo que crees, dámelo. -  dijo en referencia al libro, más que una petición fue una orden.

Orden que Frank acató sin rechistar.

- ten cuidado que cuando lo intentas abrir le prende en llamás. - dijo

- lo sé, Frank. - le regaló una sonrisa mientras lo veía a los ojos. - Yo más que nadie lo sabe, está clase de maleficios son muy fuertes. - mientras revisaba a detalle el libro sin abrirlo. Cuando vió las iniciales grabadas en el libro, le recorrió una corriente eléctrica en la espalda, sus ojos se llenaron de lágrimas.

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