11

327 47 25
                                    

Es agitado suavemente y despierta recuperando la conciencia lentamente, parpadeando en la penumbra y luego encuentra la cara de Hyunjin quien se encuentra sentado en el borde de la cama, la playera blanca que lleva puesta expone sus músculos a la vista de Seungmin, también el tatuaje en su bíceps.

Es demasiado temprano para encontrarse con esta imagen, Seungmin arruga la cara y se frota los ojos con los dedos.

—Vamos— dice en voz baja.

Seungmin bosteza. —¿Qué... qué hora es?

Su cerebro está luchando para enfocar correctamente, ya que está enfocado en la forma en que se siente al despertar con Hyunjin a su lado, mirándolo a la cara y a los ojos.

—Casi las nueve. Tienes que levantarte ya.

—Dios— dice resoplando —¿Dónde está Minho?

—Salió temprano. Toma.

Y de repente hay una taza de café frente a él. Se sienta, sin darse cuenta la manta cae hacia abajo para mostrar su pecho desnudo, atrapa a Hyunjin mirando.

—Gracias— toma el café.

—Tienes diez minutos— dice Hyunjin, levantándose —Y luego voy a entrar aquí con una cubeta de agua.

Frunciendo el ceño, Seungmin dice. —Ni siquiera tenemos una cubeta.

—¡Voy a encontrar una!— Hyunjin responde mientras se dirige a la sala.

Seungmin se une a él en la cocina unos diez minutos más tarde y Hyunjin, ahora está completamente vestido para salir, viste una camiseta negra, pantalones rasgados ingeniosamente cuelgan bajo en sus caderas.

Seungmin pasa junto a él, que está apoyado en la barra de desayuno haciendo algo en su teléfono.

—No estás usando un traje hoy.

—Que habilidades de observación tan estelares tienes.

Viéndolo de frente ahora, la V en su cuello deja al descubierto su piel y hecha un pequeño vistazo. Seungmin mira fijamente mientras toma un par de uvas del racimo.

—¿Qué?— dice Hyunjin de repente.

Seungmin se sobresalta y lo mira a los ojos.

—Nada.

—Ajá— dice, claramente divertido. Guarda su teléfono en su bolsillo y alcanza su chaqueta de uno de los taburetes. —Bueno, cuando hayas terminado de admirar mi belleza, tal vez podamos irnos.

—No estaba... ugh, vete a la mierda— dice Seungmin, poniéndose rojo y Hyunjin ríe.

Se meten en el coche y salen de la pequeña ciudad, Hyunjin enciende la calefacción para contrarrestar el aire frío de diciembre. No es hasta que van cruzando la autopista que Seungmin tiene una idea repentina.

—Deberías darme tu número de teléfono.

Hyunjin lo mira con el rabillo del ojo.

—¿Crees que es necesario?

—Bueno, ¿y si nos separamos en Seúl?

—¿Por qué nos separaríamos?

—No sé. Nunca se sabe. Tal vez te distraigas con algún sexy jovencito y vayan a un baño cercano.

—Estoy bastante seguro de que seré capaz de controlarme el tiempo suficiente para decirte a dónde voy— dice, sonriendo —A pesar de saber qué...— añade arrastrando las palabras —Seguro vas a estar en allí mirando.

Seungmin se sonroja de nuevo, pero se ríe.

—Cállate.

Hyunjin saca su teléfono y se lo entrega.

𖦞 𝖻𝖾𝗌𝗍𝗆𝖺𝗇 𖥧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora