La Forma Correcta de Salvar al Pobre Omega [Novela]

⚜ ℭ𝔞𝔭. 9 - "¿¡Aún quieres tus pies!?" ⚜

Bai Tang estaba en la habitación luminosa y cálida, mirando fijamente al hombre escondido en la esquina oscura. Los objetos que lo habían lastimado antes se derramaron y fueron arrojados uno por uno en el gran contenedor de basura. De repente, un destello de luz azul brilló por un momento, abrupto y extraño.

Las pupilas de Bai Tang se encogieron y rápidamente apartó la cara, el recuerdo era como el agua del mar en la noche, oscura y salada, arrastrándolo al fondo del mar.

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"Oye, Bai Tang", Jiang Yunsu se sentó en el borde de la cama, girando un par de esposas con sus largos y delgados dedos. Un zafiro ovalado brilló por un momento, "Arrástrate y ven". 

Bai Tang, que recién acababa de tomar una ducha, se detuvo un momento, luego aterrizo con habilidad sobre sus rodillas y se arrastró hasta los pies de Jiang Yunsu. 

Jiang Yunsu miró al omega arrodillado con las comisuras de los labios curvadas hacia arriba, movió las piernas generosamente y Bai Tang frotó obedientemente su mejilla contra el empeine de Jiang Yunsu, como un gato coqueto.

Jiang Yunsu puso las esposas en la muñeca de Bai Tang con un buen humor, "¿Cómo es? ¿Se ven bien?",

Bai Tang levantó las manos como un prisionero y vio que la forma de las esposas no era un círculo regular. Tenían una forma irregular con esquinas decoradas con un hermoso dibujo de rosas tallado en él, y un zafiro deslumbrante incrustado en el centro de cada rosa.

"Gasté más de 100.000 yuanes para conseguir este zafiro en una subasta, y diseñé las esposas yo mismo", dijo Jiang Yunsu con complacencia, "Es plata pura. Me tomó tres meses hacerlo. Llevarlas en tus manos, te dará cara, ¿sabes?" 

El irregular cromo del metal precioso, enrojeció y lacero la muñeca de Bai Tang, quien con sus largas y rizadas pestañas le agradeció: "Es hermoso... Gracias, señor".

Más tarde, durante una situación acalorada y brusca, accidentalmente una gota de saliva se derramó en las esposas. Por lo cual, fue atado y torturado.

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Bai Tang abrazó sus rodillas y se acurrucó contra la esquina de la pared, con los ojos en blanco durante mucho tiempo.

Jiang Yunshu vio que los vendajes en las plantas de los pies de Bai Tang estaban manchados de sangre, pero no se atrevió a actuar de forma precipitada, porque era obvio a sus ojos que Bai Tang todavía estaba en un episodio de estrés agudo. Cualquier cambio externo agravaría su condición y conduciría a una reacción más severa, ya fuera levantarse y caminar para sentarse en el sofá, o simplemente cambiar de posición, y mucho menos tocarlo.

Jiang Yunshu siguió en cuclillas sobre una rodilla y observó cuidadosamente la expresión de Bai Tang. Ahora podía confirmar que Bai Tang ya tenía un trastorno de estrés postraumático, y el desencadenante de este episodio fue la caja con los objetos que sacó. Sin embargo, él no es un psicólogo o psiquiatra profesional, solo había tomado materias optativas relacionadas con la psicología en la universidad. Debe hacer que Bai Tang confíe en él lo antes posible, y luego llevarlo a psicoterapia.

El minutero del reloj en la pared se movió más de 20 veces seguidas antes de que las extremidades frías de Bai Tang comenzaran a sentirse un poco, y su cordura comenzó a regresar, sus ojos se fusionaron lentamente y las puntas de sus dedos se movieron.

Los pies de Jiang Yunshu ya estaban entumecidos y movió su peso en secreto varias veces, finalmente, al ver que Bai Tang no respondía, simplemente se sentó en el suelo.