23 de marzo

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Ayer la verdad no estaba con ánimos de salir pero vaya que mis dos mejores amigas sabían cómo subirme el ánimo.

Salí de casa, tome mis audífonos y me dirigí a una cafetería.

Isabella y Elizabeth en realidad no estaban cuerdas. No podía faltar a la "boda" de una de ellas. Tranquilos, claramente no es una boda real, ni nada porque ni la edad tenemos.

Pero ellos vaya que hacen un match muy bonito así que decidimos hacer una "boda" en su cafetería favorita, romántico, bah.

Llegue al café y solamente había llegado Albert, un buen amigo. La verdad no tenía idea que iría.
Luego llego Isabella con su chico, esperen... 

- Wow, ¡alto!, vaya. No me dijeron que traeríamos chicos, digo tampoco es que tenga a quién traer pero esto es injusto - pensé.

Pero para ser sincera en realidad Isabella y él se veían muy bien juntos. 

Parece que han invitado a Albert para que no esté sola, que amigas - pensé.

Luego de un rato, llego Elizabeth con su novio Ed.
En serio me siento incómoda con ellas y sus parejas y yo, yo con él.

Después de pasar el rato con charlas interesantes, Elizabeth y Ed escribieron en hojas por separado sus votos, claro a su manera. Reímos mucho, comí demasiado, disfrute estar con ellas.

 Al verlas tan contentas, me sentí feliz por mis amigas pero llego ese pensamiento y consigo un sentimiento de soledad... - estoy bien, no hace falta un... un chico - pensé.

- No te mientas me dije hacia mis adentros.  

Luego decidí ir a la plaza a distraerme, estaba enfrente así podría dejar que ellos se entiendan entre parejas.

Salí del café, ya era noche, caminé a gusto, había una brisa tan pero tan deliciosa... hasta que alguien interrumpió mi paz con aquella brisa.

Albert- ¿Te molesta si voy contigo?
Al- Sí, quiero estar sola, joder - pensé.
-No, no hay problema, vamos.

Llegamos, - en realidad no me gustan las plazas, me aburren - pensé.

Creía conocer a Albert, pero nunca pensé que fuera tan loco.

Empezamos a platicar o más bien él me contaba sus anécdotas tan divertidas.
Entramos a una tienda de discos, a la librería, a una sala de juegos... en realidad él solo me seguía.
Hasta ese momento, ya me estaba divirtiendo con él. De un momento a otro me tomo del brazo y empezamos a correr cómo locos por toda la plaza, ridículo pero divertido. 

Corríamos y corríamos, llegamos hasta la puerta de salida en la cúal había un parque enfrente, corrimos hacía los columpios y empezamos a jugamos cómo niños, pero ¡wow! sí que tiene energía esté chico. 

Luego de todo, regresamos a la cafetería con Elizabeth e Isabella, ya nos unimos más.

Ahora, aclaró de nuevo que él no me gusta.

Se supone que invitarían a otra persona, al mejor amigo de Ed.

Ar, cómo yo le digo, nadie sabe sobre esto.

Pero no pudo, y le dijeron a Albert pero para ser sincera, me la pase increíble con él.

Gracias Albert, lograste que la plaza me parezca divertida.

23 de marzo del 2014

Diario , la verdad, me agrado pasar el rato con Albert pero en el fondo esperaba a él otro chico, Ar. 

Al- espera, no sé si es por capricho ó... ¿empiezo a sentir algo por Ar?. No, no, no esto no debe pasar, menos con él...- dije mientras me tiraba a la cama -

En ese momento recordé... mañana es Lunes - me levante de un brinco -

¡Cierto!, mañana al colegio, oh sí, oh sí.

Diario de AralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora