Empezando la semana, Lunes.
Hoy, en el colegio estuvo bastante divertido.
Paréntesis,
a mi grupo de amigas les llaman Z E T A S, no por zorras si eso quieren saber. Relamente no recuerdo la razón por la cúal nos autonombramos ZETAS, pero una cosa sé... somos un desastre juntas.
Cierra paréntesis.
Teníamos horas libres,oh sí. Para nosotras eso significaba una sola cosa... escaparnos.
El prefecto no nos dejaba salir del salón, aún estando en hora libre - buh - , entonces nos salimos una por una por la ventana trasera del salón y corrimos a la cafetería por golosinas, eso era típico.
Una siempre cuidaba que no venga el prefecto, pero esa una, era muy, muy distraída.
Lore - ¡hey apúranse!, creo que ya nos vio...
Todas volteamos y sí, ¡el prefecto venía hacia nosotras!.
Un señor alto con mucha barba, robusto con una calva y lentes deportivos se aproximaba hacía nosotras.
Nuestra reacción fue correr, así que empezamos a correr en la dirección opuesta a él.
Fue bastante divertido, unas se fueron por un lado y nosotras por otro, hasta que todas quedamos atrapadas en el pasillo dónde estaba el baño, así que nos encerramos.
Isabella - ¡Voy a provocarme para vomitar!
Al - Buena idea, yo te sujeto el cabello.
Elizabeth - Chicas, aún así nos castigarán jajaja.
Lore - Tenemos que intentarlo, ¡vomita!.
Nuestra idea era fingir que una estaba mal del estómago, por esa razón corrimos al baño.
Pésima idea, pero el Prefecto... nos adoraba.
Prefecto - Chicas, salgan. Ya me cansé de perseguirlas por todo el colegio, sólo vayan a su aula y no diré nada. Por cierto, no les queda bien eso de fingir enfermedades - ríe - última vez sino será ¡reporte a todas!.
Elizabeth - Eso nos dijo desde la primera vez - susurándonos en tono burlesco.
Isabella - ¡Shhh!, ya salimos prefecto.
Aún siendo un desastre eramos sus favoritas, eran travesuras sanas.
Pasaron las horas de clase y por fin el receso. Salí de clase con las Zetas y mientras las demás se fueron a la cefetería, Isabella y yo nos dirigimos a las gradas de la chanca, vi que Ar estaba en las gradas pero solo... me pregunté, ¿por qué no está con su novia?.
En ese momento vi a su novia sentada al otro extremo, se levanto y casi corriendo se fue mientras lloraba. Ar se dio cuenta y se levanto para perseguirla...
Sentí un pequeño dolor en el estómago, la verdad, me sentí mal por ellos, no me gusta ver relaciones terminadas.
Al- ¿Qué rayos acaba de suceder?
¡Terminaron! - dijimos Isabella y yo mirándonos con los ojos muy abiertos.
Nos levantamos enseguida y corrimos hacia la cefetería con las demás.
Isabella- No te quiero meter ideas, pero ¿por qué no intentas acercarte a él?
Al- ¿Qué? ¿Cómo que acercarme?, estás loca.