Tu, yo y nuestra historia

Mierda

[Has entrado al Inframundo]
 
 
Si bien causaría pavor a los demás entrar a lugares como el Infierno, para mí es todo lo contrario. Saber que estoy tan cerca de mis padres me causa tanta tranquilidad. Saber que ellos están a salvo en este lugar y no luchando por sobrevivir en la tierra es la mayor satisfacción que he tenido.

Para ser honesto, el Inframundo no es tan sombrío como la religión ha hecho creer a los humanos. Si bien trabajan, no los hacen sufrir como nos han engañado. Al menos Namwoon está feliz aquí, mucho más de lo que era cuando estaba vivo.

  
Cuando finalmente veo el castillo, me encuentro con uno de los Jueces, quien parece me ha estado esperando.

No se si mi mamá ya les ha dicho la verdad, o si debo actuar como una encarnación arrogante. 

Mirando mis opciones, opto por la segunda, puede darme más monedas y de todos modos en el futuro puedo disculparme con el juez. Tampoco es que crea que se recienta.
 
 
Para desgracia mía, ni madre ni padre se encuentran en el Inframundo.

Según el Juez, ellos fueron llamados por el Olimpo, pero no sabe la razón de este llamado.
 
 
Lo único bueno es que mi madre me dejó lo que vine a buscar, el alma de Shin Yoosung.
 
 
-Veniste- dijo la chica frente a mí.
 
-Lo hice, te lo prometí- digo mientras extiendo mi mano -Regresa conmigo, Shin Yoosung-
 
Veo como la mujer empieza a llorar frente a mí. Tengo ganas de abrazarla pero sé que es imposible. No puedo tocar a un alma.
 
 
Y después de tanto llorar, finalmente Yoosung se convirtió en una esfera de luz. 
 
[-Apaga el canal Bihyoung] mando un mensaje en cuanto sé que las constelaciones se empezaron a aburrir.

Pronto, veo como Bihyoung se materializa a mi lado. 

Ahora solo queda convencer a este Dokkaebi de dejarme meter el alma de Yoosung en el huevo de Dokkaebi.
 
 
 

-Finalmente estás despierto, cariño- escucho la voz de Jooonghyuk en el momento en que abro los ojos. Se siente tan bien despertar con su voz.

-Buenos días Hyuk-ie, gracias por cuidarme- digo mientras intento ponerme de pie. Por mucho que quiera quedarme aquí, sé que debemos seguir adelante.
 
-Siempre te cuidaré- dice y me da un beso en la frente.
 
Realmente el amor está en el aire.
 
 

 
Cuando estábamos todos listos para regresar a la Tierra, veo como los ciudadanos de la PaceLand se reunen. Por supuesto que sé que lo hacen porque para ellos somos sus héroes.
 
No cualquiera dejaría las recompensas para destruir un lugar y en su ligar decidir protegerlo.
 
 
-Siempre lo recordaremos Kim Dojega- dice el viejo caballero.
 
 Siento como mi sonrisa se congela un momento. Estos tipos aún no se han aprendido mi nombre. Que lamentable.
 
 
[Los habitantes de PaceLand siempre recordarán tu nombre]
 
 
Bien, es hora de volver a nuestro hogar.
 
 

 
 
 
Claro que no esperaba un recibimiento increíble, pero, ¿que demonios es esto?
 
Todo Seúl se encuentra en caos.
  
Nunca había pasado algo así antes, es como si se convirtiera en un campo de batalla, más de lo que era en el inicio de los escenarios.
 
Las calles estaban cubiertas de cuerpos, algunos simplemente estaban cortados en dos.
 
¿Pero qué carajos pasó aquí?
 
 
Mis prontamente respondidas en el momento en que varios Coreanos se acercaron. Más específicamente, salieron de sus escondites.
 
-Miren! Son el Rey Supremos y el Rey de No Matar- gritó un hombre a la distancia.
 
-Rápido, únamonos a sus equipos, ellos seguramente podrán vencerlo!- gritó una mujer.
  
-¿Con quién debemos ir?- gritó otro hombre.
 
-Tonto, ellos son pareja, claramente debemos estar con ambos- gritó otra mujer.
 
Ahora sí, que mierda pasó.
 
 
   
 
-Así que, me estás diciendo que en cuanto nos fuimos, los dokkaebis abrieron paso a los norcoreanos para tener una lucha y finalmente terminar con la guerra entre nosotros- digo mirando a Min Jiwon, quien parece toda estropeada, su ropa llena de cenizas. Veo como la mujer empieza a asentir con la cabeza.
 
-Sí, al parecer la persona que tiene el trono era un militar que estaba muy metido con lo de la guerra y cree en la supremacía norcoreana- dice mientras tiembla. Al parecer no es nada bueno esa persona -Vi como atrapaba a nuestros compañeros y los emézaba a torturar de formas innimaginables. Algunos de ellos eran usados como "inodoros"- comienza a sollozar y temblar descontrolablemente -Intentamos sobrellevarlo lo mejor posible pero nos era imposible sin ustedes, son el equipo más fuerte y tu- dice Jiwon mirándome directamente -eres quien casi tiene el poder del trono, así que sé que ustedes pueden vencerlo.
  
 
-Por favor Rey Supremo, Rey de No Matar, sálvenos- escucho un montón de voces suplicar.
  
Parece que es momento de matar a un par de soldados desquiciados.
 
 
-¿Sabes dónde están Heewon o Sangah?- pregunto cuando veo a la mujer mejor.
 
-Están escondidas, no se dónde, sus patrocinadores las ayudaron a esconderse- dice mientras se frota las manos -Todas las encarnaciones con las que ustedes tienen una fuerte relación fueron escondidas por sus constelaciones de apoyo-
 
[Constelación a la que le gusta soñar le dice a la Encarnación "Yoo Joonghyuk" que su hermana está a salvo]