Año escolar

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La relación profesor-alumno es una línea gruesa o delgada si saben lograr llevarse para poder obtener un buen fin de año, por ejemplo, el aprobar un curso o en ciertas ocasiones, todo el semestre académico.

Pero para Lisa, grueso es lo que tiene entre las piernas y delgada la mujer que la tiene de rodillas no precisamente para rezar mientras súplica por más.

Aunque esta situación se volvió algo frecuente después de su primer encuentro.

Antes de que logres entender lo que estoy hablando, retomemos 3 meses antes, cuando fue el inicio de clases de este semestre tan interesante para las dos.

La nueva y joven profesora Kim de la Universidad de Corea del Sur, es una señorita bastante bonita y a los ojos de muchos, es una mujer con unos atributos dignos de admirar.

Fue recibida con honores de su facultad, a pesar de su corta edad tiene muy buenas reseñas de las antiguas instituciones en las que repartía su clase, cuando ella ingresaba a un salón, todos quedaban embobados con su belleza y ni que hablar de su cuerpo.

Muchos chicos y chicas quisieran enterrar su cabeza dentro de esas magníficas piernas y saborear el digno néctar del paraíso mismo, pero nadie logró llevarsela a la cama.

- Hey lindura, que bonitas piernas. - Una voz grotesca llego a sus oídos, no lo podía creer. Cuanta insolencia por parte del alumnado. - Quiero un nuevo collar, ¡Ahórcame! - Lisa le gritó a la chica que pasaba delante de ella, mientras su amigo se reía y chocaba los cinco con ella.

La castaña regreso a mirar y le dio esa característica mirada de desprecio.

Odiaba ese tipo de actitudes.

Lisa no se sintió mal, lo único que hizo fue escanearla por completo mientras se mordía sus labios, esas piernas largas que acomodaban una bonita falda de tubo, le estaban pidiendo a gritos ser quitada, sin disimulo la señorita que sería su estudiante y que se enteraría más adelante, se acomodaba su pene entres sus pantalones sin vergüenza alguna.

- Joder, necesito su nombre, no la toque y ya me puso dura. - Dijo la rubia mientras esa sonrisa descarada adornaba su bonito rostro.

Esa preciosa mujer de la que aún no sabía su nombre, la puso dura.

Después de esa situación, el primer día pasó sin contratiempos, se conocieron, presentaron a los nuevos docentes y la infraestructura que se construyó en el pabellon B de la universidad.

Lalisa Manobal se encontró con sus amigos, ese grupito que siempre miraba a las nuevas chicas y las calificaban del 1 al 10.

Con el día siguiente, la gran Manobal se entero que la culpable de la última erección de ayer, es su profesora de biología; tuvo que recurrir a los videos que guardaba su mejor amiga en su laptop para autosatisfacerse.

Se propuso conquistarla y hacerla suya. Deseaba tener esos senos en su boca y sentir su calidez que le rodeara su miembro.

De solo imaginar, su amiguito se comenzaba a despertar.

La segunda ocasión o para algunos alumnos, valentía. Manobal le levantó la falda con la mano a la maestra mientras caminaba por los pasillos del salón, ella aprovecho que la sensual señorita Kim le dio la espalda y estiro la mano para hacer volar esa bendita falda y tocar lo que había debajo que desde que la vio, lo único que quería hacer era follarsela con la prenda puesta.

Como es sabido, los alumnos se rieron e hicieron un gran alboroto, Kim se sonrojo y volteó a mirarla para impactar su mano en la mejilla de la contraria.

Lisa solo río y nego con la cabeza. - Preciosa que buena mano, ojalá sea así cuando me tengas entre tus piernas.

- Manobal, a la oficina del director. - Kim gritó demasiado fuerte.

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⏰ Última actualización: Sep 17, 2023 ⏰

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