One Shots / Rodrivan

"𝑌𝑜𝑢𝑟 𝑝𝑟𝑒𝑡𝑡𝑦 𝑔𝑟𝑒𝑒𝑛 𝑒𝑦𝑒𝑠..."

 ིྀ A N G S T.

Yo te estoy avisando, leeras esto bajo tú responsabilidad, no me hago cargo de pagar psicólogos.

 ིྀ P o v: 3era personaೄྀ

Rodrigo Carrera, un chico carismático y muy lindo, de baja estatura y unos lindos ojos verdes que enamorarían a cualquiera, él mantenía una pasión gigante por los videojuegos, y estaba bastante viciado con el minecraft.

Iván Buhajeruk, un chico serio y reservado en público, pero divertido con sus amigos y familiares, alto y de nos ojos almendrados color café oscuro, era muy viciado a distintos juegos, entre ellos estaría su favorito, minecraft.

Ambos tenían 21 años y gustos muy parecidos, también un amigo en común, Tomás. 

Una tarde saldrían entre ellos, más que nada para que Rodrigo e Iván se conocieran, ya que Tomás había notado sus gustos parecidos, estuvieron hablando entre los 3 un rato en una plaza cerca a la casa de Tomi, luego se decidieron por ir a casa del mencionado para boludear un poco.

Pasarían, 1, 2, 3 hasta 4 horas solo jugando el conocido minecraft, estuvieron así las 4 horas completas, dando pequeños descansos para comer algo o solo descansar la vista.

Luego de esa salida Rodrigo e Iván comenzaron a hablar más e incluso verse únicamente los 2, sin nadie más, eran ellos 2 minecraft y, algunas veces, el pequeño gatito de rodrigo, Barry.

Así transcurrian semanas y meses, al cumplir el año de conocerse la confianza que ellos tenían superaba la amistad, ambos eran consientes de que sentía algo más, pero no lo llegarían a aceptar rápido.

Iván invitaría a Rodrigo a su casa, pero, esta vez la invitación era más... ¿Formal? De esa manera lo sintió el más bajo, pero aceptó gustoso, amaba pasar tiempo con el más alto y, a decir verdad, también amaba a aquel alto.

A las 19 hrs. Rodrigo llegaría a la casa de Iván

𝘊: ¡BUHAJERUK, ABRÍ! ¡YA LLEGUÉ! - Iván apareció rápidamente tras la puerta, abriéndola rápidamente para detener los gritos del menor.

𝘚: Ya lo noté, boludito, pareces mi vieja cuando quería entrar a mi pieza, man - A pesar del trato pesado, sonrió al verlo, alegre de verlo

Al ver al más alto frente a él, Rodrigo no pudo evitar soltar una sonrisa y se acercó a abrazar al mayor, cosa que él no le podía negar.

Iván no le podía negar nada a Rodrigo Carrera.

𝘚: Ya, mucho abrazo, wacho

𝘊: Un ratito más... - Iván no se iba a negar y Rodrigo lo sabía.

A los 2 minutos se soltaron y se decidieron a entrar a la casa de Iván, donde el mayor ya tenía algo preparado.

𝘊: ¿Ivi, esto es una... Cita? - La casa estaba decorada con velas y petalos de rosas esparcidos por el suelo que guiaban a una mesa con una decoración preciosa.

𝘚: Yo... No sabía cómo invitarte sin que te alterés...

𝘊: Está... Está re lindo boludo...

𝘚: Rodri... - El mencionado lo vio a los ojos, esos ojos esmeraldas casi dejan a Iván en un trance, pero, se concentró en lo que diría. - Yo... Si yo te dijera que estoy enamorado de vos, ¿seguiríamos siendo amigos?

𝘊: Vos también me gustas. - No pensó en nada antes de decir eso, perdía mucho, pero, también podía ganar mucho.

𝘚: No jugues así, boludo.

𝘊: No estoy jugando, boludo. - Imitó a Iván, haciendo que este soltase una pequeña risa, se abrazaron y se dieron un tierno beso, demostrando los sentimientos que guardaron por mucho tiempo.

Y así, de un momento a otro, ambos confesaron sus sentimientos y pasaron una preciosa velada.

Comenzaron a salir, todo era precioso, tenían una relación estable y tierna.

Lástima que el destino no opinaba lo mismo.

Un día decidieron ir al parque a caminar, simplemente estar juntos un momento, al llegar al lugar, se sentaron en una banca y a Rodrigo se le antojo un helado, no quería incomodar a su pareja, quien estaba algo cansado, así que simplemente le dijo que lo esperase 5 minutos para que el fuese por su antojo, Iván no le tomó importancia, su novio solía ser muy antojoso, así que simplemente lo dejó ir sin tomarle mucha importancia.

Lo que Iván no había notado, es que la heladería estaba cruzando la calle.

Él sabía lo distraído que era su pareja.

Pero, él no sabía dónde estaba aquella heladería, era la primera vez que su novio lo llevaba a aquel parque.

Cuando Iván menos se lo esperaba, escucho un golpe seco y un auto frenando lo más rápido posible.

𝘚: "No... No, no, no, no puede ser Rodrigo... ¿verdad?"

Iván volteó, asustado, miedoso e imaginándose lo peor.

Y ni en sus peores pesadillas se hubiese imaginado lo que pasó.

Vio a su novio inconsiente en el suelo y un auto frente a él, corrió a revisarlo, no sangraba por ningún lado, pero no reaccionaba y su pulso era inconstante.

𝘚: ¡LLAME A UNA MALDITA AMBULANCIA! ¡¿QUÉ CARAJO ESPERA?!... Rodrigo, no por favor, por favor no, amor, despierta, te lo ruego mi vida, no me dejes solo, Rodrigo por favor... - Iván le rogó a absolutamente todos los dioses que conocía que, por favor, no se llevasen a su novio, que no se llevasen a su razón de vivir. Lloraba amarga y desconsoladamente.

3 días después, fue el funeral de Rodrigo Carrera, el único e inigualable amor de Iván Buhajeruk.

Iván se presentó en el velorio de su pareja junto al pequeño gatito Barry, él merecía saber lo que le había pasado a su dueño.

Y Barry lo vio ahí, inmóvil, Barry lo comprendía al igual que Iván, con la diferencia de que Iván no lo aceptaba.

No aceptaba la muerte de su amado y sentía que nunca lo aceptaría.

Siempre se culparía, pudo haber acompañado a su pareja, pero, ya no había nada por hacer.

𝘚: Perdóname por quitarte a tu padre, Barry - Al parecer el pequeño gatito sentía la tristesa de su, ahora único, padre, pues se acurrucó en su pecho ronroneando y transmituendole calor, cosa que Iván notó y abrazó al pequeño felino.

PIDO PERDÓN POR HACERLO ASÍ DE CORTO Y TRISTE JAJAJAJAJ

Si les sirve de consuelo, hasta yo lloré escribiendolo JAJAJ