No Me Has Superado [2Min]

✧･2･✧

     El aroma a sexo, loción y habitación barata habían sido el pan de cada día de TaeMin, entonces no había una excusa válida para que se quedara encima del pecho de MinHo y se bebiera todo su olor.

No podía ser más patético, él no era de despedidas. A la mierda MinHo, se lo merecía.

     —¿Por qué tanta prisa?

MinHo le tomó del brazo y lo hizo acostarse sobre su pecho 'a la fuerza' porque TaeMin se derritió al sentirse envuelto una vez más.

     —No hagamos esto... No me interesa mantener una bonita conversación de viejos amigos. Yo jodo, y ya terminé mi trabajo.

     —¿Eso fue todo? —MinHo se rio de él en su cara, pero los dos supieron que era una broma bien intencionada—. Ya es tarde, no tienes que irte a ningún lado.

Tienes que alejarte de él

     —MinHo...

No puedes equivocarte otra vez

     —Por favor TaeMin. Es tarde, no deberías salir, hace frío y podemos descansar un par de horas.

     —No puedo —recalcó TaeMin deshaciéndose del brazo de MinHo—. Mi noche no ha terminado, si tú quieres quedarte no hay problema.

Pero una vez más MinHo lo tomó con fuerza, en esta ocasión lo puso contra el colchón y lo encerró con su cuerpo, si no le dejaba otra salida.

     —¿Por qué insistes en huir?

Había olvidado lo obstinado que era MinHo, o más bien había querido hacerlo. MinHo no era de las personas que se iban a la cama sin respuestas, era del tipo ansioso por saber qué pasaba.

     —Solo jodimos ¿bien? ¡No tengo por qué quedarme aquí contigo!

TaeMin aventó a MinHo por el pecho, lo suficiente para hacerlo a un lado y que se pudiera levantar para buscar su ropa y largarse cuanto antes.

No había sentimientos de victoria.

Ni satisfacción absoluta.

Sin embargo, MinHo se levantó detrás de él y lo agarró por los codos. Las confrontaciones nunca habían sido lo suyo, no cuando eran con alguien con tanto peso como MinHo.

     —Eres un imbécil... ¿Creíste que por haber jodido todo se borró? No somos nada MinHo, tú lo decidiste hace dos años, yo lo decido ahora. ¡Suéltame con un carajo!

     —Yo no fui el que hizo un berrinche estúpido... —contestó MinHo con la misma furia calentándolo, aunque a él se le daba mejor fingir que nada le pasaba por la cabeza.

     —¿¡Berrinche!? Cabrón de mierda —gritó mientras forcejeaba con el agarre de MinHo—. ¡Solo tú tomaste las decisiones! Bastardo engreído. 

     —Te di soluciones, que no fuera ninguna de tu agrado-

     —¿Eso eran soluciones? ¿Que hiciera lo que tú quisieras? Eres más idiota de lo que creí. Yo no quería que las cosas acabaran así, pensé que teníamos una buena relación hasta que a ti te entró una estúpida crisis de querer cambiar de rumbo y cortarme en el proceso. No eres nadie MinHo, ya no necesito nada de ti. Esto fue solo para probarme que podía tenerte cuando y donde quisiera —dijo, señalando la cama desecha—. Pensé que tendrías un poco de dignidad, que quizás no eras como cualquier puta que cae con la más mínima provocación. Me encantó equivocarme. Meterme entre tus piernas será un excelente recordatorio de lo capaz que soy.