Subrutina 🔞

Capitulo 13

Los drones esclavizados de la profesora Winter mantuvieron una estrecha vigilancia sobre Giselle mientras la arrastraban de regreso al laboratorio de la profesora, pero no era necesario. Giselle no volvió a intentar escapar. Ella ni siquiera lo consideró. Caminaba con los hombros caídos, perdida en la auto-recriminación. Giselle no podía creer que hubiera sido tan estúpida. Escapar de las garras de la profesora una vez había sido un increíble golpe de suerte, pero lo había desperdiciado. ¿Cómo podía haber olvidado la salida? Giselle nunca iba a poder perdonarse a sí misma por eso, si lo recordaba, al menos. Y luego, con Karina, había vuelto a fallar. Giselle había estado tan segura de que se estaba comunicando con ella, pero al final no importó. Giselle sabía que no había posibilidad de que volviera a escapar. La profesora fue demasiado cuidadosa para cometer otro descuido como dejar las cuerdas sueltas. Sus drones vestidos de látex la obligarían a volver a sentarse en esa silla, le pondrían ese casco futurista y luego todo terminaría. Su mente, su libre albedrío y su individualidad desaparecerían. Quizás lo que Karina le había dicho tenía razón, pensó Giselle. Tal vez la obediencia era inevitable.

Giselle, la profesora Winter y los drones pronto llegaron al laboratorio. Caminaron en silencio; Giselle ya no tenía fuerzas para protestar, y la profesora Winter ya no parecía inclinada a volverse lírica sobre sus planes y teorías. Una vez dentro, 7005 y otro dron escoltaron a Giselle hasta la silla a la que había estado atada antes, flanqueándola por ambos lados. Giselle miró hacia abajo, todavía sin hablar, aunque notó que Ningning todavía estaba allí, esperando desinteresadamente en la esquina.

"Átala de nuevo", ordenó la profesora Winter, frunciendo el ceño. "Correctamente, esta vez."

"Comando aceptado", murmuraron los drones reunidos, sus voces robóticas y vacías formando un coro desconcertante. Un par de drones (Giselle apenas podía saber cuál era cuál, excepto Karina, que no llevaba máscara) se movieron para obedecer. Ataron a Giselle una vez más, pero esta vez usaron varios tramos de cuerda, no solo atándole las muñecas detrás de la espalda, sino también atando cada uno de sus tobillos a una de las patas de la silla, asegurándose de que no tuviera absolutamente ninguna posibilidad de escapar. Giselle no se resistió. ¿Cuál sentido tendria?

"Hola, profesora", gritó Ningning, sus labios se curvaron en una sonrisa divertida. La niña bajita y Rubia estaba sentada justo donde había estado, en el rincón más alejado de la habitación. "¿Te diviertes jugando al gato y al ratón?"

"¡Silencio!" La profesora Winter siseó. Parecía furiosa. "Si no va a ayudar, señorita yizhou, lo menos que puede hacer es mantener la boca cerrada y la lengua quieta, por una vez".

Ningning solo se rió en respuesta, causando que el rostro de la profesora adoptara un ceño aún más severo.

"Terminemos con esto", ordenó la profesora Winter, ignorando a su asistente. "Estoy cansada de todas estas tonterías. Mi tiempo es demasiado importante para desperdiciarlo de esta manera. 7005, prepare el dispositivo experimental".

"Comando aceptado". Giselle se estremeció ante la voz de 7005, ante la voz de Karina, ahora tan robótica e inhumana. Había pensado que la verdadera  Karina se estaba abriendo paso cuando se enfrentaron después de su fuga, pero ahora parecía haberse ido por completo. Rápida y hábilmente, como si lo hubiera estado haciendo durante años, el dron tomó el casco de lavado de cerebro de la profesora y comenzó a ajustarlo, asegurándose de que todos los cables estuvieran en su lugar. Luego, comenzó a escribir en la computadora a la que estaba conectado el dispositivo. Giselle no podía ver exactamente lo que estaba haciendo, pero supuso que estaba preparando el programa de lavado de cerebro al que estaba a punto de someterse. Después de unos momentos, el dron se detuvo y la profesora Winter pareció tomar esto como una indicación de que el dron había completado la tarea asignada.