Té de Manzanilla

II

Aquel pitido en sus oídos lo ponían ansioso cada vez más, su situación no era fácil, para nada fácil, surcando su cuarto semestre de universidad, foráneo y embarazado, no podía creer que esa noche donde se puso hasta las chanclas acabó engredando un frijolito.

El sonido de la voz tras la línea lo despertó de su ensoñación para así poder respirar, volviendo a escuchar un ''Respira Carlos'' , a pesar del miedo que surcaba toda su mente por tener que decir aquello, sin una respuesta a una obvia pregunta de ''¿lo vas a tener?''

-Guillermo- susurro por fin el omega de largos cabellos para poder dejarse caer en el piso con lágrimas en los ojos, y de repente simplemente el fuerte lloriqueo de Carlos hizo que Guillermo se asustara. 

Era claro que estaba indeciso, pero era ahora o nunca, ademas él no podía quedarse con aquella información, sea cual sea la reacción de Ochoa debía decírselo, después de todo él fue él que lo unió al grupo de amigos, quien más lo ha apoyado, le debía tanto. Así que decidido, volvió a suspirar para escuchar la voz de Guillermo consolarlo sin saber que pasaba.

—Estoy embarazo— susurró el omega mientras apretaba una almohada, hace rato el teléfono se encontraba en el piso a su lado en altavoz.

—¡Oh!— el gesto de sorpresa del mayor fue tan grande que asustó al contrario. —Carlos... ¿cómo te sientes?

—Confundido, miedoso, indeciso— con cuidado miró hacia el techo de su departamento, para soltar un fuerte suspiró. Su respiración era lenta, viendo cada detalle de su hogar, pensó cómo sería ver a un cachorro por todo el departamento.

—¿Sabes quién es el padre?— preguntó el otro omega detrás la línea. 

—No, fue en última fiesta— se sentó en el suelo para suspirar de forma frustrante. 

 —Eso es complicado, fueron demasiadas personas— Guillermo quería ayudar a su amigo pero no sabía su decisión sobre el tema.

—Se que vas a preguntar— tomó con cuidado un vaso de la mesa para beber un poco  — y no quiero encontrar al padre de mi hijo, tampoco se si lo tendré.