ᐢᐢ・┊"¿jefecito?" ( (Lemon ) )

"Adentro."

El doctor Flug podía sentir esos helados dedos dentro de su cuerpo, mientras no dejaba de temblar por esa sensación extraña que le daba la situación. Por otro lado, a Black Hat solo le interesaba quitarse esa calentura que tenía, no era capaz de contenerse y sacó los dedos.

Qué fue eso, se preguntaba el joven Flug, mientras suspiraba de alivio al sentir que su jefe quitó sus dedos. No fue mucho tiempo para que volviese a sentir algo dentro suyo, esta vez no era algo como los dedos de su jefe, era algo más caliente y más grueso que amenazaba a su cuerpo con entrar. El doctor de inmediato se dio la vuelta, pero era muy tarde, sintió como el miembro de Black Hat estaba dentro suyo. El sumiso no pudo evitar soltar lágrimas, puesto que le dolía, ya que era su primera vez. Flug se desplomó en el escritorio, mientras jadeaba sin descanso por lo que su jefe le provocaba. Sentía como su miembro se volvía más y más erecto, al punto de que le dolía tener una erección desatendida, sus manos cubrían su boca para evitar gemir, estaba llorando de placer y al mismo tiempo por el dolor.

Black Hat no dejaba de embestir con fuerza, golpeando el escritorio de su científico en repetidas ocasiones, no podía parar, no quería parar, oír a su subordinado gemir le generaba una de las sensaciones más excitantes, sin duda lo estaba haciendo sufrir, eso le calentaba más y más.  Flug no podía evitar correrse, ¿quién iba a pensar que su primera vez sería con su jefe? 

"Je-fe-ci-to, ¡Ah~! Me-due-le..." - Gemía el joven junto al ritmo de las embestidas, desesperado por un poco de compasión. -

"Me alegra oír eso." - Dijo Black Hat, con una sonrisa de oreja a oreja. -

El Lord salió bruscamente del cuerpo de su subordinado, para poder cambiarlo de posición. El joven científico no tenía ni un momento de paz, en menos de lo que creía el miembro de su superior ya estaba dentro otra vez, pero espera, ¿se sentía bien? ¿estaba siendo gentil? No, de ninguna manera. Dios, era como estar quemándose vivo, este demonio en verdad venía del infierno. Flug sintió como el miembro de Black Hat llegó a un lugar en específico y le gustaba, ahora comenzaba a gemir con más fuerza, no podía evitar excitarse, se venía una y otra, y otra vez encima de su cuerpo, mientras que Black Hat no lo había hecho ni una sola vez.

"AH~, ¡SÍ, JUSTO AHÍ! AH, SE SIENTE TAN BIEN, MHM~" - Gemía y jadeaba el doctor, ahora ya no pedía compasión, si no, que su superior fuese más brusco. -

"¡Gime como una perra, doctor!" -Black Hat se burlaba de la pasividad del científico, el Lord podía ser un demonio sin piedad alguna, pero claro que tenía un gran libido y que Flug se desconociese a si mismo en la intimidad, claro que lo calentaba. -

El científico no podía evitar gemir, estaba en el éxtasis, sentía que se iba a desmayar de tanto placer. En cambio, Black Hat por fin podría acabar, estaba cerca de hacerlo, a penas y había jadeado, solo había suspirado en todo el tiempo que oía a su subordinado quejarse. Tomó las manos de su científico y comenzó a tomar sus muñecas para un mejor agarre. Lo tiraba hacia su cuerpo, dejándole marcas en sus muñecas al pobre joven humano. Black Hat lo embistió una última vez más, para acabar dentro del doctor.

Finalmente, el doctor quedó tal como un asmático, no podía respirar. Luego, su vista se nubló y perdió la consciencia.

Era de día, su despertador no dejaba de sonar, sus oídos retumbaban y dolían por eso, pero no era lo único que le dolía. Despertó en su cama, sin poder moverse mucho, sus piernas casi no respondían y sus caderas dolían como el infierno, estaba con su pijama, pero no recordaba haberse cambiado. Se levantó con dificultad, pero lo logró y de inmediato fue a cambiarse para comenzar a trabajar, no se sentía nada descansado, pero tenía que cumplir su jornada laboral. Esto mismo le jugó en contra, así que todo lo que hacía, lo hacía con torpeza, no podía estar 100% despierto, pero, aun así, quería cumplir con su trabajo.

Luego de un rato, no podía evitar dormitar en el laboratorio, su superior Black Hat se percató de eso.

"Flug, quiero que trabajes AHORA MISMO. NO QUIERO QUE LAS VENTAS BAJEN." - Le gritó Black Hat al doctor. -

Flug oyó aquella voz tan demandante y de inmediato comenzó a trabajar, del miedo dejó de dormitar y se concentró en su trabajo. La voz de su jefe le trajo algunos recuerdos de la noche anterior. Había algo que no podía quitarse de la mente, algo que lo humillaba, pero le gustaba ser humillado, ese pensamiento, esa sensación que le provocaban las palabras de su jefe al gritonearle y mandarle; pero no fue una orden, no, era algo más lo que le había dicho, algo que no fue en ámbito laboral.

Recordó con claridad esas palabras. "¡Gime como una perra, doctor!"... ¿Qué? 
Al recordar eso, de inmediato un calor subió por su cuerpo, yendo a parar a su entrepierna. Sintió como su miembro luchaba por levantarse, ¿acaso esa frase le había provocado una erección?

Flug creía conocerse a sí mismo, pero no creía que estuviera excitado por eso, pero tan solo recordar como Black Hat azotaba su cuerpo contra el escritorio, sentía como el miembro de su jefe tocaba rincones que jamás creía que podían ser alcanzados. Se abotonó la bata de laboratorio para ocultar el bulto entre sus pantalones y fue a trabajar en un nuevo invento. Sabía que no podía tomarse un momento para descansar, Black Hat lo mataría, tampoco podría hacerlo en el laboratorio, estaría en riesgo de que alguien viniera a observar.

Luego de un rato de estar trabajando y tratando de no rozarse con nada, fue llamado a la oficina de Black Hat.

"Señor amo Black Hat, ¿necesita algo?" - Dijo el subordinado, de una manera muy sumisa. -

"Yo no, usted sí." - Dijo el superior, empujando a su subordinado al suelo. -

Luego de haberlo empujado, miraba con asco a su subordinado en el suelo, la bata ocultaba el bulto en la entrepierna del Joven, pero él ya sabía lo que tenía. Black Hat posicionó su pie en el miembro de joven, comenzando a pisotearle suavemente. Podía ver como su subordinado intentaba quitar su pie de encima, pero todos los intentos fueron en vano, Black Hat quería ver cómo se retorcía de dolor y placer.

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Con eso doy fin a esta parte del ff, bastante agotador es escribir, pero lo extrañaba.

Espero que la poca gente que lo está leyendo lo esté disfrutando.

Muxos besitos, zero.