CAPÍTULO VI. YE I'M FUCKING TOMBOY.

4 1 0
                                    


Aquella noche fue una de las más bonitas que pudiera recordar en mi aburrida «flor de la juventud» creo que ahora veía porque a veces los adolescentes se sentían tan perdidos en la bruma del amor y la calentura, nunca había tenido sexo, pero imagino que el sexo era el lado oscuro y la aparente forma de llenar ese vacío sentimental. Esa en especial había sido mi noche, aquél día de muertos también había sido algo inolvidable, pero esa no había sido yo, a diferencia de esta vez, él estaba consciente de que estaba conmigo, de que platico conmigo, con una chica No debería ilusionarme, pero sinceramente lo hice desde la primera vez que lo vi.

Quería hacerme a la idea, quería entender de una vez por todas que Adán nunca me correspondería, porque su flecha de amor siempre estaría apuntando al lado masculino, pero en mi interior albergaba un uno por ciento de esperanza y eso era suficiente para seguir embobada por un chico que había aceptado sus errores, con pena, tal vez a regañadientes, pero los había aceptado, un chico amable, lleno de sueños y sin temor de entrar a lo que vulgarmente algunas personas llamaban «de otra clase»

Ahora que habían transcurrido varios meses desde el primer día que lo vi, siento que este sentimiento se he hecho más fuerte, y no, no era debido al mucho tiempo que estuve sola.

Creo que, de alguna forma, el amor es el único tipo de magia que todos llegamos a apreciar a alguna vez, pero a veces huimos inconscientemente, porque tenemos miedo de saber que existe la posibilidad de salir heridos de alguna u otra forma. Aunque hay que entender que el amor no es sólo de pareja, el amor es nuestra familia, nuestros amigos y todo aquel en quien llegamos a confiar ciegamente, incluso sin decir aquellas cinco letras, el legado del amor: es la confianza, el abandono del miedo, que incluso te permita lanzarte al vacío con los ojos cerrados y saber que esa o esas personas te atraparían sin duda alguna. Todos queremos experimentarlo, incluso los que se burlan de los enamorados, son aquellos que tienen más miedo de atreverse a amar o que talvez han salido dañados al intentarlo.

–Ahg, quita esa puta canción –digo emberrinchada por la nueva canción de moda que se repetía en las estaciones de la radio al menos quince veces por día.

–Quédate otra vez, que mi corazón no olvida, amor así no se olvida... –canta Carlos con la mano en el corazón.

Tomo lo más cercano que tengo, comienzo a golpear a Carlos con mi cuaderno, pero en lugar de detenerse, este sigue riendo y cantando como Paulina Rubio sin playback.

–Ya, para–dice riendo y tratando de quitarme el cuaderno. Últimamente reía mucho, eso me agradaba, pero tenía curiosidad por saber qué era lo que lo tenía tan feliz. –¿Que harás mañana?

–Tal vez me encierre en mi cuarto y lea un libro de tragi–romance y llore un poco, cosas normales, ¿tú que harás? –pregunto curiosa, esperando que por fin me contara el motivo de su alegría.

–Abel me invitó a salir –dijo algo apenado.

–¡Eureka!, he ahí porque has estado radiante todo el día –digo aplaudiendo.

–Yo no he estado radiante... o bueno, radiante estoy siempre –respondió mientras acariciaba su cabello como todo un galán de telenovela.

–Tu personalidad lo es, claro que sí, pero siempre estás como amargado y algo... –Pienso si debería terminar o no mi frase, pero Carlos me interrumpe.

–Oh, ¡cállate! –dice dándome un leve empujón–. ¿Quién eres tú para decirme eso? –pregunta, acompañado de un cruce de brazos.

–Claro que nadie, pero me alegra verte así –digo sincera.

–Solo saldremos como amigos.

–Pero es obvio que le gustas.

–Pero el a mí... –Carlos mueve su cabeza de un lado a otro para espantar sus dudas–. Sabes a lo que me refiero, quiero estar completamente concentrado en mi carrera, y solo salgo a distraerme los fines de semana y Abel se ve que es el tipo de chico que quiere estar todo el día conmigo.

Amor Rosa Neón 🌈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora