Buscando el sentido (Goku en undertale)

Compañia

El suelo parecía maravillosamente sólido. Era consolado saber que me había caído, y no podía caer más bajo.

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El viento sopla con fuerza que mecía sus cabelleras. Un enfrentamiento había terminado, aunque el ganador ya estaba asegurado.

La mirada de aquel pequeño no era la misma, aquel pequeño ser que en su corazón solo había inocencia, ahora solo esta maravillosa mente roto, sus lágrimas eran visibles, como su cuchillo en la punta goteando ese líquido rojizo indicando que más vida an caído ante el.

Las nubes no lloran, solo como observadores ente las decisiones de aquel ser, que lo perdió todo.

La retina del chico sólo la miraba con desprecio, ante aquel ser el cual los cazaba como presas, tocándole los talones una y otra vez sin parar asta cazar su presa. Pero ahora solo esta antes sus pies. Tan débil que se a convertido en la presa.

Aquella lanza brillante de color azul, aún lado se prostaba en señal de derrota. Y su armadura tan dañada que ahora solo era pedazos de metal.

–Tu poder... radica de mi miedo, yo ya no tengo miedo. Tu ya no tienes poder.–

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Si estamos echos de pensamientos e ilusiones, ¿Quien me puede negar que lo nuestro no es real.?

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El calor del día derretía la nieve poco a poco creando masas alrededor dejando así el camino libre.

Los árboles sin hojas con una coraza negra sin sonido alguno solo el silencio que se vuelve más irritante.

El Iglu que ahora solo era nieve, un bulto se comenzaba mover debajo de ella. Asta que un cuerpo salió y un gran suspiro dio. A causa de quedarse sin oxígeno.

Apoyándose en la nieve se preguntaba ¿Que fue lo que pasó? Solo recordaba que cuidaba de Goku.

Pero de pronto su cerebro iso "CLICK" ¡ERA VERDAD! debería estar cuidando de Goku. Pero no se encontraba por ninguna parte.

Pensó que estaba debajo sobre el escombro de nieve. Pero no había señales de el.

Empezaba a preocuparse que su mano se apretó con fuerza formando un puño en donde puede desahogarse y pensar.

Pero sus instintos le decía que no estaba sola, había algo detrás suya... o alguien. Un ser. Un alma.

Con lentitud giraba su cabeza asía sus espaldas, y es ahí, en donde lo encontró. De espalda encima de una colina de nieve, en forma de loto, meditando probablemente, con su camisa atada a su cintura que una vez que le dio calor.