Prólogo

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Prólogo

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Prólogo

⭒⭒

Llega un momento para toda mujer de hacerse notar.

Justo ahora... recién llegó el turno del mío.

Es alucinante como antes aparte de no salir de mi habitación a excepción de para ir a clases o buscar algo de comer.

Ahora no me veo encerrada perdiendo el tiempo soñando en estupideces.

Sino puesta en libertad, suelta. Sin ataduras.

De ahora en adelante solo me dedicaré exclusivamente a mi.

En trabajar de lleno en esta mejorada y encontrada nueva versión que tanto me costó pulir.

Y en llevar a cabo las jugadas que les tengo preparadas, a todo aquél que en su día participó en arruinarme la existencia.

Solo por diversión.

"Debe sentir mal, no ser querida ni en tu propia casa ni ahí fuera"

Una bola de fuego ardiente se abre paso en mi pecho.

"¿Crees que no me avergüenza ser tu hermana Ariadna? Te odio. Algún día seré la señora Wermuth, nos mudaremos, tendremos hijos y seremos más felices. Ya no tendré que verte la cara de mustia a cada rato"

"Miradla está llorando, pobrecita"

¿Cómo pude soportar tanto?

"¿Por qué no saliste como tu hermana? Es tan difícil vestirse bonito, sacar buenas notas y hacer amigos. A tu edad tu padre ya me había comprado el anillo y mi ex no me superaba"

Al igual que nunca.

Olvidaré las palabras que Otto me dedicó.

La única y última vez que le permití verdaderamente introducirse en mi consciencia.

"Ariadnita...Ariadnita. Pasan y pasan los años y aparte de no haber dado palo al agua en nada en absoluto , no aprendes ni coges apuntes.

Nadie te quiere ni te va a querer nunca. Y si lo hace, solo fingirá para más luego reírse de ti junto a otros.

 Entiéndelo. 

Sabes... ¿Por qué? ¿Lo sabes? ¿No verdad?

Ya va, sencillamente porque no eres Desi y para tu mala suerte es tu hermana mayor y te opaca.

Nunca serás ella.

 No eres ni por asomo tan hermosa como ella lo es sin siquiera arreglarse.

No estás buena por no romperte el culo durante horas en el gimnasio como ella lo hace. 

No eres popular ni la gente se pelea por estar a tu lado, como se pelean cuando ella aparece.

Y entré yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora