El alma no tiene color

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En la estación de los trenes
me decían sin titubear:
_ Los blancos viajan aquí,
los negros viajan allá!
Y si sólo me acercaba
a una urna electoral:
_ Los blancos votan aquí,
los negros no pueden votar!
Como que me llamo Nelson
un día se ha de entonar:
_ Los blancos hablan aquí
con los negros en santa paz!
Seguro estoy que el Creador,
cuando al hombre ha de mirar,
le ve el alma transparente,
sin ningún color especial.

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